Albert Rivera es aquel político catalán que hizo carrera en Madrid con el lema "El procés separa a las familias catalanas" mientras él, anticatalanista desacomplejado, ha destruido dos familias, las suyas. Tiene dos hijas de dos exmujeres, la cantante Malú y anteriormente la psicóloga catalana Mariona Saperas. Es su hija mayor, Daniela Rivera Saperas, de 14 años, la que está sufriendo ahora la desidia del expolítico a quien echaron de un despacho de abogados por no trabajar suficiente. Rivera pactó el divorcio de Saperas cediendo la custodia de la menor a su madre y obligándose a pasar la pensión de alimentos de la menor: mil euros mensuales, una cifra fijada por un juez de acuerdo con el sueldo altísimo de Rivera como líder de Cs. Ahora según revela el periodista de corazón Andrés Guerra en La Vanguardia, Rivera se niega a pagar unas actividades extraescolares de la niña y la madre lo lleva a juicio por impago de la pensión.
Rivera con 45 años sigue sin que le crezca la barba, a pesar de los injertos capilares, ni el seny. Dejó tirado a su partido, el naranja, en el peor momento, cuando estaban arruinados en el Congreso, le pasó el pitote a Inés Arrimadas, que acabó de hundirlo, y ahora va haciendo de coach no se sabe exactamente por qué. A la hija no le paga el inglés ni las actividades que no estaban inicialmente previstas en el convenio: "Rivera se opuso a asumir algunos gastos extraordinarios –cuota del AMPA, clases de inglés– así como la actualización de la pensión según el IPC: este segundo conflicto fue ganado por Saperas tras una demanda de ejecución de sentencia interpuesta por su abogado, el conocido matrimonialista Ramón Tamborero, y Rivera satisfizo los atrasos. En los juzgados de Granollers se han de resolver disputas nacidas en torno a ciertos gastos de actividades extraescolares". Finalmente, la vista se ha suspendido porque Rivera no se ha presentado con la abogada, alegando una indisposición.
La niña vive en Granollers con su madre y el padre la ve cuando viajan entre las dos capitales. Ahora, sin embargo, Rivera se niega a pagar sus clases de inglés y la cuota de la asociación de padres y madres de familia. Aparte de negarse a subir los mil euros como corresponde cada año por el IPC. Este catalán que quería ser president de la Generalitat y después presidente del Gobierno de España, a juicio por impagar la pensión de alimentos de la hija y no se presenta al juicio que se tiene que suspender. El tiempo pone a cada uno en su lugar. Mariona Saperas le conoce bien. Ella es psicóloga experta en adicciones. Hizo un máster de Drogodependencias. En la UB, dice.