El ciudadano Rivera ya ejerce como tal. Como ciudadano normal y corriente, alejado de la política y en teoría, del foco mediático. Un tipo de los que desayunan en bares de carretera a las 7 de la mañana. Café con leche y tostadas, sin florituras ni catalanadas de pan con tomate. Un español casi normal. Porque Albert nunca podrá ser normal. Primero por haber hundido el partido que fundó hace 13 años, convirtiendo a Ciudadanos en un residuo y forzado a abandonar su propia casa. Ahora se dedica a otros ocupaciones (hasta que empiece a trabajar, cómo dijo que haría): disfrutar de la vida, la familia y la pareja. Aquí entra la segunda razón: la relación, hasta ahora casi oculta, con Malú, un imán de las miradas de curiosos, fotógrafos y cazadores de escenas cotidianas. Exactamente lo que hace el vídeo que ha ofrecido 'Sálvame' en Telecinco, que los ha mostrado haciendo exactamente lo descrito hace unos instantes. Con la excepción de que Malú sí que toma pan con tomate, o un sucedáneo apto para españoles de pro. Hay detalles bien jugosos del ciudadano Alberto Carlos, de excursión con su chica horas después de dimitir y cambiar radicalmente de vida en un bar de carretera. No en la de la Jonquera, claro. Es la de Extremadura. Así, para desconectar de las emociones fuertes de los últimos días.
La grabación, a cortísima distancia, nos permite descubrir elementos decisivos de su nueva vida. Y generar nuevos chistes, que en eso Rivera es una mina. Se llevan las sobras del desayuno con papel de aluminio, como todo quisqui. Puede que para comérselo más tarde continuando viaje, o quizás para sus mascotas: El cachorrito Lucas, que olería a leche y tostadas, o para el gato panza arriba de Malú, que por cierto es gafe. O quieren alimentar a los animales, o quieren ahorrar pasta, ahora que él se encuentra en 'el paro'. O también podría ser que, como le pasa a muchas celebrities, no pueden o no quieren desayunar tranquilos a las 7 de la mañana en un bar casi vacío (pero con un espía a medio metro de la pareja) a 150 km de Madrid. Puedes ver el vídeo aquí:
También es revelador como se llevan sus consumiciones. Hasta la última mica. "¿Quiere bolsa? Si, una bolsa pequeñita". La típica frase genera-mems, y que demuestra que ecológicos no son. Tampoco pagan por el plástico. Se ve que ha dejado la política muy concienciado con el cambio climático, y tal. Eso sí, muy cordiales, dejando una sonrisa de gente guay, "son famosos pero qué majos". Un testigo del programa, sin embargo, dice que es más simpático él que ella. Más normal. Será uno de sus pocos exvotantes, que le tiene estima. Sea como sea, esta es la nueva vida de la pareja. La verdad, esperábamos mucho más de Alberto, de un ciudadano tan ideal mientras quería gobernarnos. O de Malú, que dicen que "mea colonia". Al final, recogen las sobras y las guardan en papel de plata. Como tú, como yo, como mi vecino. Así se acaba un cuento, y empieza una vida muy normal. O no.