Albert Rivera demostró durante la Diada de 2019 que va justito de argumentos, de imaginación y de aquello que tanto presume cuando toma cafés con Susanna Griso: Coherencia. Ni rastro. Más bien, el de Cs se retrató con definición 4K como un renegado anticatalán "pata negra" y aspirante a humorista de cuarta división. A pesar de que en vez del escenario, su sitio natural estaría en el gallinero, aplaudiendo como un descosido las gracietas más simples con las que el unionismo intentó reventar la fiesta nacional catalana. El hit del día lo tuvimos con el episodio del himno de España que sonó desde una balconada mientras las principales autoridades de la Generalitat cantaban Els Segadors frente a la estatua de Rafael Casanova. El boicot cacofónico le hizo muy feliz, y así lo plasmó en redes. Con emojis y todo. 'Nivelón'

Albert Rivera Europa Press

El 'coherente' Rivera se troncha con 'La marcha real' a todo trapo intentando silenciar el himno catalán, burlaándose del Presidente Quim Torra (y de millones de ciudadanos que se sienten representados). Coherencia, como cuándo tildaba las campanadas en Altsasu para silenciar su mitin como actos terroristas, o como cuando se ofendía con las pitadas al Rey y al himno español durante las futboleras finales de Copa. Él es así. Un maestro aplicando la ley del embudo. El príncipe de las "veletas". El 'puto amo' del anticatalanismo. Todo vale para atacar la tierra y el pueblo que abandonó vital, intelectual y moralmente hace mucho tiempo. Incluso, tomando prestado el papel de bufón a su querido Albert Boadella. Pues bien, si él se vanagloria de coherencia, la red le ha ofrecido una montaña de nuevas cualidades que puede añadir a su currículum: 'Hooligan', 'colono', 'indecente' y el siempre útil 'cuñao', solo son algunas de ellas.

Albert Rivera Inés Arrimadas Congreso EFE

Así son las cosas en can naranjito: Ganan las elecciones catalanas, no tienen ningún interés por gobernar el país y se mofan de los símbolos e instituciones de su pueblo. Adoran otros símbolos: El 'Lololó', la banderita y los emoticonos. Y una única misión a la vida: Provocar, provocar y provocar.