"Hoy ha venido a divertirse a 'El Hormiguero' Albert Rivera". Es la marca de la casa del programa de Pablo Motos, pero habría que añadir en la frase que quien se lo pasó en grande con la presencia del líder naranja fue el presentador de pelo naranja. Que a Motos le encanta Rivera es un hecho y por mucho que intente esconderse, se le ve el plumero de manera descarada. Incluso las hormigas deberían tener complejo de velas o pagafantas al ver que sobraban en el plató. Si alguien tenía dudas de cómo le baila el agua Motos al presidente de Ciudadanos sólo hace falta que vea el programa de este lunes. Vaya, que fue más incisiva una señora del público de El objetivo que el propio Motos.
Y hablando de Catalunya, ya fue incluso pornográfica la rosca del uno al otro. Dice Rivera hablando de Torra que el presidente de la Generalitat utiliza los coches oficiales para ir a cortar carreteras en plena crisis catalana. Y Motos: "Me quiero poner en tu contra, pero no puedo". Rivera responde al estilo 'Señor Lobo' de Pulp Fiction: "Ya sé que no eres muy fan de Torra". ″¿Tú le hubieses cogido el teléfono a Torra"?, pregunta el presentador. "Yo le hubiese cogido la matrícula", dice el político. Jiji, jaja. Todo muy ocurrente. Y la red sintiendo vergüenza ajena ante la escena:
Justificaciones torpes por parte del mismo programa contra las críticas que no hacen sino constatar el sentimiento de culpa que tienen ante la obviedad. No fue lo único que se dijo de Catalunya. Hablando de por qué no se hace fotos con Abascal, pero después pacta con ellos, Rivera dijo que coincide con Vox en la defensa de la unidad de España y bla, bla, bla, pero quiso desmarcarse de los ultras diciendo que él sí defiende que los homosexuales puedan adoptar hijos o que es contrario a la legalización de las armas: "¿Te imaginas cómo hubiera sido estos días en Catalunya?". Abyecto comentario del líder de Cs. Para criticar a Vox (o intentarlo, con la boca pequeña), sitúa una hipótesis vomitiva tildando a los independentistas de aspirantes a Rambo.
Todo en orden. Pero nada que no se esperara. Sólo había que ver cómo entró el político en el plató: con un regalo para Motos y una bromita preparada en el zurrón con muy poca gracia. Un casco de moto para Motos con un dibujo del presentador y las hormigas: "Este casco te sirve para la moto o para ir a la estación de Sants si coges el AVE en Barcelona".
Humor se escribe con R. De Rivera. Y de ridículo.