Ay Albert. La resaca de San Juan está siendo excepcional. El líder de Cs, a pesar de haber dejado atrás Catalunya para "asaltar" Madrid, Europa y el cielo, sigue celebrando una fecha tan señalada en nuestro calendario como la verbena, y lo ha hecho con petardos primero, y con un dolor de cabeza y una resaca bien bonita, después, con la dimisión/deserción/collejas de Toni Roldán. Hablemos de los petardos. Unos petardos que estallaban en las redes del líder naranja, que recibió la contrafelicitación de San Juan de los internautas a su postal tuitera.
"Verbena y hogueras", recuerda Rivera de sus raíces catalanas. En Madrid no debe ser lo mismo, quizás añora la tierra. O quizás no, ya que nunca falta un tuit de Alberto Carlos sin la palabra España por medio. Lo que no añorará seguro es la avalancha de reacciones llenas de ironía y sarcasmo que se han extendido por su timeline. Algunos le pedían que fuera con cuidado con las llamas. Otros, los más destroyers, echaban de menos elementos para la fiesta de Rivera.
Por cierto, que entre las mofas y las críticas, también ha habido espacio para una muy concreta, historiográfica y con cierto aroma de apropiación cultural. Y errónea, por cierto.
Albert Rivera, el bombero pirómano de la política española, uno de los reyes (a la fuerza) de una noche tan singular como la de la Verbena. Veremos quién es el próximo que abandona su nave, que arde descontrolada. Por poco se queda solo celebrando la noche de San Juan.