Carlos Alcaraz, o mejor, tal como a él le gusta que le digan, Carlitos Alcaraz, ha dejado a todo el mundo con la boca abierta. Lección descomunal de tenis, lo que está haciendo este joven de 19 años murciano está al alcance de bien poquitos. Después de ganar el Barcelona Open Banc Sabadell, ahora acaba de proclamarse campeón del Mutua Madrid Open, el Masters 1000 de Madrid, con una autoridad, seguridad, desparpajo y talento insultantes. No parece que tiene la edad que tiene, no parece alguien que está empezando, porque lo que hace sólo lo pueden hacer los escogidos. Ha ganado el trofeo después de deshacerse del número 4 del mundo y el mejor jugador de la historia, Rafa Nadal, en cuartos de final. Después, en semis, el número 1 del mundo, Novak Djokovic. Y después, en la final, pasando por encima del número 3 del mundo, que nunca había perdido en este torneo, el alemán Alexander Zverev.
Nadie sabe hasta dónde puede llegar este murciano con un carisma, talento y magnetismo descomunales. El nuevo ídolo de la afición, ahora ha hecho enloquecer a los madrileños por lo que ha hecho estos días en la Caja Mágica. Parece tocado por una varita mágica, parece el escogido, parece, ahora sí, el jugador que tomará el relevo del tenista de Manacor con respecto al corazón de los aficionados. Nadie se ha querido perder estos días sus partidos: desde el rey Felipe, con gafas de sol y look Corrupción en Miami, hasta la infanta Elena con su hijo Froilán, pasando por una presidenta de los madrileños, Isabel Díaz Ayuso, que indignó al personal al llenarse la boca hablando del abuelo de Alcaraz.
Todos ellos, a pesar de las imágenes, que parecen indicar lo contrario, se lo pasaron muy bien. Sobre el éxito del deportista de moda han hablado, evidentemente, en El món a RAC1 de Jordi Basté. Primero, con el gran Àlex Corretja, comentarista del partido en TVE, explicando hasta dónde puede llegar Alcaraz. Y después, con los tertulianos habituales de los lunes que analizan la actualidad deportiva. Entre ellos, Santi Segurola, que antes de acabar la conversación que estaban teniendo sobre el Barça, no se priva de decir lo que muchos hemos pensado mirando las imágenes estos días por televisión: "Jordi, solo una cosa... el ambientito que había ayer en la Caja Mágica, ¿eh? Madre mía... Parecía... todos estiraditos. En mi opinión, bastante paleto. Parecía que habían aterrizado en helicóptero. Me dá una cosa cuando un deporte se hace tan clasista, pero además, de una forma tan poco natural...". Se le ha entendido todo.
Lo mejor, lo que hizo el mismo Alcaraz al final de todo: "Cuando firmó en la pantalla de la cámara 'Viva Murcia. Viva El Palmar', que era exactamente todo lo que probablemente repugnaban todos los que estaban por allí", dice Segurola. Basté remata: "Sí, es como si aquí hubiera puesto Viva Port de la Selva y Viva Catalunya. Le hubieran dicho 'Ya está bien'!... Por no hablar de la foto del alcalde de Madrid al lado de Feliciano López, que parecen unas vinagreras". Pues sí. Suscribimos todo lo que dice Segurola sobre lo que se vio en la Caja Mágica... es como si por arte de magia hubiera desaparecido el público de todo tipo aficionado al tenis y sólo hubieran permitido la entrada a los señoritos.