Aleix Espargaró es un deportista catalán de élite. En su caso tiene un añadido: practica uno de los pocos deportes dónde se juega la vida a cada carrera, el motociclismo. Por eso está bregado. La semana pasada fue noticia por poner las cosas claras a los haters que le reprochan que dé apoyo a La Marató de TV3 a pesar de residir en Andorra, como si fueran dos cosas incompatibles. El reproche era más indigno teniendo en cuenta que Aleix participa de La Marató porque ha sufrido una enfermedad cardiovascular muy cerca, lo más terrible, la de su hija desde el momento de la concepción, dentro de la barriga de su madre. Momento muy emotivo en el programa del domingo con padre e hija:
Aleix Espargaró y su mujer hablan del embarazo de sus gemelos, Mia y Max, y como la niña venía con un problema al corazón: "Una cosa tan bonita como es el embarazo con mi mujer, Laura, no lo disfrutamos nada. Al principio por la incertidumbre. Sabíamos que Mia venía con un problema con el corazón. Vinieron dos y uno de ellos con una enfermedad. Mia cuando nació me quedé paralizado. Era mini. Pesaba un kilo y medio, era súper pequeña. Se la llevaron a la UCI de neonatos. Pasé mil horas mirándola y me la pusieron encima. No lo olvidaré nunca. Tenía miedo cuando me decían 'Si se pone azul tienes que controlarlo'. Cuando la operaron con 8 meses es lo más duro que he visto en mi vida. Al cabo de 4 días ya comía por ella sola. Es la lección de vida mayor que he visto ebn mi vida. Por qué no nos pasó a nosotros y no a ella, tan pequeña. Ella luce con orgullo sus cicatrices. Su padre también tiene".
En plató la imagen de los cuatro, Aleix, Laura y los pequeños, era la de la felicidad suprema, la que reconforta toda la audiencia después de un mal trago oyendo a los padres sufriendo todo aquella experiencia: "La campeona de casa es Mia. Superan cosas que eran imposibles. Es una luchadora. No sabíamos nada. Aprendíamos sobre la marcha". La niña nació prematura con 37 semanas. Los órganos no estaban completamente formados. Una niña muy pequeña sufriendo una cardiopatía severa. Recién nacida era inoperable y tuvieron que esperar a que Mia tuviera los 8 meses y más de 5 kilos. Entonces operaron a un corazón muy pequeño, de 10 centímetros: el de Mia.
Aleix: "Es imposible estar preparado para aquello. El peor momento de mi vida es el de la operación del corazón de Mia. Yo voy en moto intuitivamente. Ellos son mucho mejores que yo en la moto, los médicos. El hecho de tener un hermano, Max, sin querer normaltizas más y ella se anima. Tienes uno que está bien y estábamos tan ocupados con los dos bebés...". Ahora tienen 4 años y Mia ya hace ballet. Max hace fútbol. "Aprendo a dar valor a lo que tiene importancia. Dejas de ser tú el centro del universo. Soy muy afortunado, nada más bonito que crecer mis hijos. En momentos tuve la incertidumbre de si podría llegar a verla crecer". En un momento en plató Mia se levanta y juega:
A Aleix Espargaró, un padre orgulloso, se le caía la baba: "La han operado del corazón pero tiene más energía... más batería que... ". Una moto. Una imagen preciosa, un programa de éxito, un deportista maravilloso.