Los pronósticos se han cumplido y el catalán Aleix Puig se ha proclamado ganador de la séptima edición de Masterchef. El talent culinario ha cerrado temporada coronando como campeón al guapo oficial del concurso, imponiéndose en la final con un menú muy catalán (otra vez, aunque en esta coasión menos polémico), donde el pan con tomate y la crema catalana eran protagonistas. Aleix, "el niño mimado" de Jordi Cruz (quién ya la espera en el restaurante ABAC), se impuso a la otra finalista, la fotógrafa gallega Teresa Abalde, en un duelo final presidido por el reconocido chef peruano Gastón Acurio. El de Manresa, a pesar de sufrir de lo lindo durante las pruebas de eliminación antes del reto final, consiguió la victoria de la edición con menor seguimiento de espectadores de su historia, aparte de la que más criticas ha recibido por el bajo niveles de los concursantes.
Pero es que ganar un concurso como Masterchef es bastante complicado. Pasar de ser un "cocinillas" amateur a intentar seguir paso a paso las indicaciones de megaestrellas de los fogones como Dabid Muñoz o Quique Dacosta (los dos con tres estrellas Michelin) es una verdadera proeza. Y una fuente de errores de todo tipo, algunos muy graves para cualquier cocinero. Pero se tenía que escoger a un ganador, y el catalán despuntó desde el primer día, y no sólo por motivos culinarios. Aleix, que trabaja en la pescadería familiar y que heredó de su madre el gusto por la cocina, vio cómo le colgaban la medalla de "sex symbol" nada más llegar al plató del concurso. De hecho, lo tiene todo: Guapo, joven (26 años), atlético, simpático y un punto chuleta. Era el rival a batir, pero demostró inteligencia al no entrar en las peles entre los concursantes más polémicos, como explicó a EN Azul.
El chico, aparte de los 100.000€ del premio y de un master en técnica culinaria se lleva el título a la popularidad, un hecho palpable en sus redes sociales. Allí las/los fans pueden disfrutar de las fotografías más sugerentes del campeón, luciendo tatuajes, miradas de influencer y presumiendo de familia, con su madre convertida también en un icono. Una cuenta que hace las delicias de sus 43.000 seguidores, y subiendo. Atención, Jordi Cruz: Te ha salido competencia. A Aleix todavía le queda mucho para llegar a tu excelencia en la cocina, pero quizás pronto te destrona como el chef más hot. ¡Felicidades, Aleix!