Alejandra Rubio, la hija de Terelu Campos, vive preocupada por su imagen. Y es que la joven trabaja en televisión, en el programa Viva la vida presentado por Emma García, y a raíz de estar tanto tiempo delante de las cámaras ha desarrollado una desmesurada obsesión por las operaciones. Por este motivo los retoques estéticos se han convertido una constante en su vida, al igual que hacen el resto de integrantes de su familia, ya sea su madre, su tía o su abuela María Teresa Campos. Una enésima intervención de belleza de la que Alejandra Rubio ha presumido en sus redes sociales, donde ha compartido varios vídeos en sus historias de Instagram que no han pasado desapercibidos para nadie. Pues su cara ha experimentado una brutal metamorfosis en cuestión de pocos años.
Alejandra Rubio, esta vez, se ha centrado en retocar sus dientes. La joven de 20 años, preocupada por lucir una dentadura perfecta, recta y radiante, ha optado por ponerse ortodoncia invisible para evitar lucir brackets. Un carísimo tratamiento, al alcance de muy pocos, valorado en 3.500 euros. Así lo aseguran desde el portal Jaleos. "El tratamiento que le vamos a hacer es muy predecible porque sabemos de dónde partimos y dónde acabamos. Y todo eso basado en un buen diseño de sonrisa", dice el dentista encargado de trabajar con la boca de la hija de Terelu. "Muy bien, ¡por fin!", suelta Alejandra Rubio, tumbada en la camilla de la clínica, mientras luce una bata de quirófano azul y un gorro a juego.
El cambio de boca que ahora se hace la hija de Terelu Campos llega justo después de las últimas intervenciones que se hizo en la cara hace unos meses atrás. En marzo, justo una semana antes de que se decretara el Estado de Alarma, la joven colaboradora de Telecinco, según informó Jaleos, se hizo varios tratamientos faciales valorados en 600 euros. Alejandra Rubio pasó por el quirófano para someterse a una intervención para ganar más volumen en los pómulos, otra para tener más luminosidad en la cara y otra para quitarse las arrugas fruto del cansancio y estrés. Y es que la hija de Terelu Campos trabaja mucho. Entre las quedadas con amigos y las cenas en restaurantes caros de Madrid, no tiene tiempo para nada. Ánimos.