Alejandra Rubio ya es una mamá primeriza a una edad muy temprana, está en casa y todo ha ido bien. Todo apuntaba a que la colaboradora había programado su parto para dar a luz durante la grabación de su documental. La nieta de María Teresa Campos seguía el ejemplo de su madre y su tía y estaba dispuesta a vender su vida por una cifra de muchos ceros. Ella lo negaba en rotundo, aunque no desmiente que estén grabando una especie de documental o reality.

“Voy a ser muy sincera porque no tengo nada que ocultar. Era programado (el parto) porque he tenido una diabetes en el embarazo y esto es así”, aseguraba. Unas declaraciones con las que esperaba poner fin a todos los comentarios. Aunque Belén Esteban seguía firme en sus convicciones: “A mí me dicen que entre hoy y mañana daría a luz. Es un parto programado porque, como está haciendo un documental, hay que colocar las cámaras, poner las luces…”, aseguraba la colaboradora.

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia / GTRES

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia se hacen de oro con el reality 

Alejandra Rubio ha decidido llevar la experiencia de la maternidad a un nuevo nivel al grabar el parto de su primer hijo, Carlo, con dos cámaras y un equipo de iluminación y sonido. La hija de Terelu Campos ha optado por documentar este momento tan especial, que culminó en una cesárea, con la intención de crear una docuserie al estilo de Rocío Carrasco, buscando rentabilizar su experiencia personal.

La situación ha generado un debate sobre la línea entre la vida privada y la exposición mediática. Terelu Campos, abuela del recién llegado bebé, ha expresado su descontento con la idea de que haya cámaras en la puerta de su casa, sugiriendo que esto podría considerarse acoso. A pesar de su enfado, no es la primera vez que la familia Campos se encuentra en el centro de la atención mediática, y su historia ha suscitado críticas sobre la comercialización de la vida personal. Con un enfoque en la venta de sus vidas al mejor postor, las Campos han establecido dos premisas: siempre hay alguien en una situación peor y todo está a la venta. Sin embargo, la reciente controversia ha puesto de manifiesto la incongruencia de sus acciones, ya que Terelu reclama un trato especial en comparación con otras figuras públicas, a pesar de que su situación es muy diferente.

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia podrían ingresar por este documental la friolera cifra de entre 400.000 y 500.000 euros. A esta cantidad habría que añadirle más ceros, puesto que también se habla de una presentación familiar en una conocida revista y entrevistas en televisión. Algo que por ahora ninguno de los protagonistas ha confirmado ni desmentido.

Alejandra Rubio, Carlo Costanzia y Terelu Campos / GTRES