La saga artística de los Fernández es una leyenda en su país natal, México. Tres generaciones que se han dedicado al mundo de la canción con un éxito descomunal. El más famoso, el patriarca Vicente. Ya está muerto, falleció en 2021, pero es un mito. Después vendría Alejandro, cantante de mariachis y rancheras, de 51 años. Una estrella venida a menos, pero su nombre llena estadios. Y el último, Álex, de 29. Todavía no ha alcanzado el impacto de sus predecesores, pero todo llegará. El trío es potentísimo, todo lo que hacen o lo que dejan de hacer es noticia en su país. Y precisamente lo que ha hecho uno de ellos tiene al público y a sus seguidores con los ojos como platos.
La historia es la siguiente: Alejandro Fernández ofreció hace unos días un concierto en Guanajato, el primer recital de este 2023. Se presentaba acompañado por Álex, una ocasión única que hacía las delicias de su legión de incondicionales, en éxtasis al verlos juntos cantando temas populares de la tradición mexicana. El problema, bien sencillo: el padre no estaba en condiciones. Iba bebido, o eso es lo que ha pensado todos aquellos que lo han visto tambaleándose sobre el escenario. Una caricatura, para que nos entendamos. Desafinado, haciendo movimientos extraños, muecas pasadas de vueltas, un cuadro. Y un drama. Completar un solo tema era una proeza que no llegó a alcanzar en ningún momento. Este es un fragmento de la esperpéntica actuación:
📍IMÁGENES DE ALEJANDRO FERNÁNDEZ ❌ 🍻☹️
— La Tía Sandra (@LaTiaSandra_) February 5, 2023
Ayer en el palenque de León Guanajuato #AlejandroFernandéz no podia terminar de cantar‼️😧#León #Palenque #Alcoholismo #Alcoholico pic.twitter.com/hIqRGjdWPs
Los fans estremecidos con el estado impresentable de Alejandro Fernández, que ha sufrido un bajón físico importante
Que iba borracho ni cotiza, pero todo eran rumores hasta que el protagonista, que ha sufrido una bajón físico notable (ha pasado de galán de película a presentar una imagen exterior alarmante) ha reconocido que tiene un problema con el alcohol. En una intervención en un programa de televisión, ha ofrecido explicaciones peculiares. Dice que acababa de llegar de una estancia de dos meses en los EE.UU., donde ha intentado bajar los 20 kilogramos que le sobraban, un sobrepeso del que culpa a la vacuna de la covid. Para conseguir el objetivo, mucho ejercicio y abstinencia alcohólica. Le fue bien, sobre el escenario se le veía finito de silueta, aunque perjudicado. ¿Y por qué? Porque resulta que al volver a México ha vuelto a "echar traguitos".
Alejandro Fernández justifica beber alcohol antes de los conciertos: "Me ayuda con mis ataques de pánico"
El relato es importante: En mis conciertos si me gusta echarme mi traguito porque me ayuda, de alguna forma me relaja, sufro de ataques de pánico, de ansiedad, entonces de repente un trago, dos tragos, me ayudan muchísimo. Había viajado un día antes, dormí muy mal, estaba a dieta, el viernes no comí, el sábado me desperté tarde, no comí tampoco y no tenía nada en el estómago". No dudamos de lo que dice, ni mucho menos. Pero recuerda a aquello de mi perro se ha comido los deberes. Fernández también justifica su estado por| la emoción de cantar con su hijo, "se me vino todo encima en ese momento". Pues sí, todo, todito, todo.
Alejandro parece tranquilo con estas explicaciones. Los fans, también. El resto del mundo... bueno, esta es otra canción. Y no suena igual que en su mente.