La muerte de María Teresa Campos ha sobrecogido a todo el mundo de la televisión y la sociedad españolas. Desde que se ha sabido de la triste noticia de la muerte de la mítica presentadora, las reacciones han sido masivas, por parte de sus amigos, de los que trabajaron con ella, de los que la conocieron y trataron, de espectadores anónimos, de gente del mundo de la comunicación e incluso, del mismo rey emérito Juan Carlos. También ha hablado Bigote Arrocet con Susanna Griso en Espejo público o Ana Rosa Quintana.
Este lunes, en una entrevista en El Televisero, explicaba que ""María Teresa Campos y yo trabajamos juntas en la radio. Luego hemos coincidido en la tele, pero cuando yo estaba en Telecinco ella estaba en Antena 3 y cuando yo estaba en Antena 3 ella estaba en Telecinco. He pedido una oración para que se recupere y si no para que no sufra. Competíamos por las tardes y también lo hicimos por las mañanas. Es una líder de opinión maravillosa, pero tenía muy mal perder. Lo llevaba fatal. Cogía unos cabreos tremendos". Unas palabras que han indignado al personal, una red que ha considerado que esto, ahora, no tocaba.
Pero todavía ha sulfurado más lo que ha dicho en antena Alessandro Lequio. El colaborador habitual de Ana Rosa Quintana irrumpía en el programa presentado por Patricia Pardo para hacer un comentario sobre la difunta, todavía con el cuerpo caliente, que ha sonado más a lamido a su jefa, a hacerle la rosca de manera miserable, que no como mensaje de pésame por la Campos. "Hay una cosa que tengo que decir y es que la reina de las mañanas ha sido Ana Rosa Quintana que ha liderado 20 años las mañanas. Reina de las mañana, reina de las mañanas ha sido Ana Rosa Quintana. Tanta falsedad no". Pardo, indignada: "Creo que no es el día para estos comentarios, no es el día. Cuando la propia reina de las mañanas le ha dado ese sitio, los bautizos me parecen ridículos y creo que no es el día para hacer se comentario. Que se tome un café, una tila o lo que él considere".
La red y los espectadores no han sido tan diplomáticos y han destrozado a Lequio por sus abyectos e inoportunos comentarios: