Que Alessandro Lequio es uno de los enemigos número 1 de Rocío Carrasco (y al revés) era una cosa bastante conocida. Que tampoco quiere demasiado a buena parte del universo Jurado-Mohedano cada vez está más claro. Y como el hombre más que una boca tiene una ametralladora, pues cuando dispara sus balas son muchas. Y ni una de fogueo. Lo ha demostrado esta mañana en 'El Programa de AR': sentado cómodamente en el sofá del espacio rosa de Joaquín Prat se ha dedicado a crucificar a Rosa Benito, peluquera y asistente de Rocío Jurado y exmujer de Amador, su hermano. Rosa tampoco soporta al Condelé, claro, y acababa de enviarle un mensaje muy afectuoso: "Pobre, está muy mayor".
A Lequio le han puesto las palabras de la colaboradora del 'Ya es mediodía' y ha sacado la peor de sus cualidades: una mala leche que asusta. Atención al repaso: "Sabía que Rosa era muchas cosas, entre ellas una mentirosa... pero ahora me he dado cuenta de que es cortita, pero muy cortita". Y hablando de edades (él tiene 61, ella 65) "un ejemplo más de lo cortita que es, la dueña de la empresa en la que trabaja es de mi misma quinta, el novio de la presentadora (Sonsoles Ónega) con la que trabaja también lo se, por cierto, se lo presenté yo..."
Ahora bien, lo que seguro que ha herido más a Rosa Benito es que atacara sin ton ni son dónde más daño le hace: su hija Rosario Mohedano. Conocida como Chayo, es prima de Rociíto y se dedica a la canción como la tía, aunque sus carreras son como el agua y el aceite, y su éxito muy limitado. Es por eso que los enemigos de Rosa, casi todo Telecinco, se meten con ella día sí, día también. Ahora, además, han hecho pública la actividad menos conocida de Rosario: imágenes y vídeos de contenido sexual a cambio de una subscripción de 20 euros al mes. Lo hace para poder vivir dignamente, explicó, y que tenía el consentimiento de su marido y su hija. 'Sálvame', con Carlota Corredera al frente, mojó pan con recreaciones de los vídeos que ofrece en Only Fans. Y hubo pitote acusando a la presentadora gallega, premiada por su feminismo defendiendo a Rocío Carrasco, que no hace lo mismo con otras mujeres, favoreciendo su ridiculización y estigmatización.
Pues bien, este tema era muy goloso para Alessandro, que destacará por muchas cosas, pero seguro que no es por su feminismo. La última bofetada a Rosa Benito, y de rebote, a Chayo Mohedano, ha sido tan innecesaria como grosera: "Pena debería darle su hija que en vez de ponerse la bata de cola como su tía está vendiendo braguitas en una web para adultos". Muy fino, mucha clase. Eso es alta alcúrnia.
Debe ser que vender bragas es muy feo, pero vender revistas con fotografías de infidelidades no. Que le pregunten a Mar Flores, ahora que está tan de moda.