De vez en cuando, especialmente en el universo Telecinco, hay una serie de personajes que de la noche a la mañana, te los encuentras hasta en la sopa. Personajes televisivos que no se sabe exactamente por qué, pasan a ser exprimidos, analizados del derecho y del revés, chamuscados y que salen a todas horas. O ellos, o imágenes suyas, o gente hablando sobre ellos. Sobre ellos y sobre su árbol genealógico. Ahora le ha tocado el turno a Terelu Campos. Por ella misma o por su hija Alejandra Rubio. En Telecinco hablan de ella a todas horas. Y en la competencia, como por ejemplo Ni que fuéramos Shhh en Ten, también. La hija de María Teresa Campos es la gran protagonista de Mediaset de las últimas semanas, y evidentemente, en los programas de la cadena se regodean. Programas como TardeAr, Así es la vida o Vamos a ver se abonan. Sea llenándose la boca de palabras elogiosas, que no suele pasar, o dejándola a la altura del betún.
Y es lo que ha hecho Alessandro Lequio en el programa de Joaquín Prat. El colaborador, con su habitual estilo, ha verbalizado una costumbre de Terelu Campos absolutamente lamentable. Lequio, ante la hermana de Terelu, Carmen Borrego, ha desembuchado sobre una de las leyendas urbanas que por lo visto, no es tan leyenda, sobre la televisiva y una de las mujeres que trabajaba para ella. Empieza refiriéndose a la Campos con un mote ofensivo, La ceniceros. Al oírlo, la hermana de la mencionada salta indignada y pide "respeto" para Terelu y que no mienta. Pero el italiano, lejos de hacerse pequeño, se hace más grande y estalla. Saca el móvil y lee en voz alta un mensaje que recibió de un periodista donde explica la famosa historia de Terelu Campos y un cenicero.
"Yo no cuento mentiras, yo cuento lo que he visto. Lo he visto con mis ojos y no lo he visto sólo yo, ¡hablo del cenicero!", dice un Lequio encendido que lee: "Así fue lo del cigarrito, época de 'Con T de Tarde', época de Gallardón. Su secretaria todavía recuerda como sostenía el cenicero, creo que se llamaba Cristina, aunque no estoy seguro. Todos, absolutamente todos, lo recuerdan"... Es decir, una secretaria al servicio de Terelu aguantándole un cenicero para que fuera lanzando la ceniza a su paso. Y la Borrego contraataca: "Si tú tienes una secretaria personal, que pagas tú y no la empresa, en televisión sabemos todos que no se puede fumar, hay una publicidad que sales a fumar, pues esta persona te tiene una Coca-Cola y el cenicero preparado. ¡No es lo mismo a que te sujete el cenicero!". Pero Lequio ha puesto la directa y no se detiene, se levanta y representa lo que han visto sus propios ojos: "¡Pero si lo he visto yo con mis ojos! ¡Que yo lo he visto! Mira, en sastrería, ahí con la secretaria -representa con la mano cómo sujeta un cenicero-, Terelu diciéndole: '¡Ven aquí!'. Eso lo hemos visto todos, no sólo yo"...
¿Le responderá Terelu a Lequio? El culebrón todavía no se ha acabado... Y lo que queda...