Leyenda viva. Alexia Putellas ha levantado el segundo Balón de Oro consecutivo en París, el máximo trofeo individual del planeta fútbol. La mediocampista azulgrana, desgraciadamente lesionada pocos días antes de disputar la Eurocopa, repite un galardón más que merecido por muchas razones: la principal, claro, es estrictamente deportiva. Y es una gesta porque es la primera futbolista que lo consigue desde la puesta en marcha del galardón en categoría femenina. Cuando la salud la respeta, nadie le puede hacer sombra sobre el césped. Fuera de los terrenos de juego, además, es una líder que demuestra valores, humanidad y sinceridad. Esta descripción la tendrían que firmar punto por punto todos y cada uno de los aficionados al fútbol. En España, además, lo tendrían que hacer porque resulta que es la jugadora más importante de su historia, superando también a los hombres. Pero no será así por su origen, su lengua, su cultura e identidad. Ser catalana es algo imperdonable para determinadas mentes muy españolas y mucho españolas, los paladines de la catalanofobia.

El segundo Balón de Oro consecutivo de Alexia Putellas / @alexiaputellas

La de Mollet del Vallès pronunció un discurso de agradecimiento en la gala de la revista France Football que ha destacado por un detalle que tendría que ser absolutamente normal: expresarse en su lengua. Sólo fueron 30 segundos en una intervención más larga, también en castellano e inglés, pero vaya, que el monolingüismo colapsó al instante. Se puede resumir de varias formas: gente que sólo sabe un idioma quejándose porque alguien habla tres. O supuestos "compatriotas" escupiendo contra una de las lenguas de su estado, uno de sus valores y tesoros más vilipendiados. Da igual: todo ello da lástima, por ridículo y reaccionario. Esta fue la intervención de Putellas.

El caso es que Alexia prendió fuego a una mecha tuitera que hemos leído en muchas ocasiones. Una intransigencia galopante, llena de mala educación, paternalismo pestilente y ningún tipo de pudor. Cada tuit provoca una pizca más de vergüenza que el anterior, a medida que las hordas españolistas se abalanzaban contra la flamante ganadora de la pelota dorada. La idea es sencilla como el mecanismo de una cerilla: llamarle "cateta" por hablar en catalán. Un desbarajuste. La carcundia, a por todas: "No mezcles catalán español inglés, que pareces de la serie el pueblo", "hablar catalán es un insulto", "paletada"... Aunque si nos tenemos que quedar con un campeón o campeona de esta categoría, tenemos un posible ganador: "Retiro mis felicitaciones, que la den mucho miedo c...". "Laísmo" incluido, tú. Criaturas.

Catalanofobia contra Alexia Putellas por hablar en catalán / Twitter

El tiempo pasa y algunas cosas cambian, pero otras siguen inmutables. Los ataques a la identidad catalana, por ejemplo. Un clásico mesetario, como el sol y sombra. Alexia es el sol, y la sombra, la caverna. ¡Felicidades, crack!