Shakira sigue siendo una de las cantantes más importantes del planeta, y haga lo que haga, sean canciones o no, tiene una repercusión mundial. Hace unos días, acordando aceptar fraude a Hacienda y pagando una morterada de dinero para resolver el litigio. Ahora, de manera indirecta, siendo un claro referente de un nuevo proyecto televisivo en Movistar+, Celeste, proyecto creado por Diego San José que narrará desde la ficción la historia de una inspectora de Hacienda que se enfrenta al caso más mediático de su carrera: investigar a una artista mundial que no paga sus impuestos. ¿Les suena? "Es un thriller torpe dentro del mundo Hacienda. Persecuciones pero con mucho papeleo", dicen sus creadores. Expectación máxima y todo el mundo pendiente de si hay referencias sutiles donde se hable de Rólex, Twingos, Casios, Ferraris, piquetones o Claras Chías.
Mientras tanto, ella ya se está preparando para desconectar estos días navideños y prenavideños al lado de sus queridos hijos Milan y Sasha, mientras su célebre ex, Gerard Piqué, invitaba a "chupitos para todos", a todo quisqui en una discoteca de Barcelona. La cantante colombiana se ha sumado a la celebración de uno de aquellos Día Mundial absurdo que hay repartidos por el calendario y que provoca que todos vayan como corderos o como ratones escuchando la música del flautista de Hamelín a hacer lo mismo. Esta vez, el esperpento ha llegado de la mano del Día Mundial de la casita de jengibre, y junto con sus dos hijos, se ha puesto a construir su obra maestra culinaria. Una creación que demuestra que Shakira mejor que no se dedique ni a la arquitectura ni a la cocina, porque se ha derrumbado en pocos minutos. Ella y los niños se lo han tomado con buen humor: "This is technically the worst gingerbread house ever!" ("Técnicamente es la peor casa de jenjibre que se ha hecho nunca"), reconoce ella.
Y en el programa Aruser@s de La Sexta se han abonado. El humorning show dirigido por Alfons Arús ha mojado pan. "El resultado es francamente mejorable", dice el presentador, mientras su hija Tatiana destaca que "lo importante es pasar un ratito en familia". La guinda del pastel, o de la casa de jengibre, la ha puesto el mismo Alfons Arús, cuando ha dicho con sarcasmo que "Yo lo que haría sería poner a la bruja en la casita de jengibre, con la escoba, mirando al tendido, a ver qué pasa".
Sensacional.
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