El año 2022, marcado por algunas separaciones sonadas, no podía acabar de otra manera que por la puerta grande, con respecto a partir peras y a zascas y pullitas de una pareja que ya no lo es. Si al principio de año todo el mundo iba como loco después de que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin dijeran aquello de Se Nóos rompió el amor de tanto usarlo, después la cosa continuó por el camino del precipicio con Shakira y Piqué o con Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Pero la guinda del pastel ha sido finalmente la separación precisamente de la madre de Tamara, Isabel Preysler, con Mario Vargas Llosa. Ha sido el último serial del 2022 y empieza siendo uno de los más impactantes de 2023, que todavía traerá mucha cola.
La aristócrata explicó a la revista HOLA! que el escritor peruano ya no es su pareja. La revista hablaba entonces de "celos infundados, pérdida de la ilusión del principio y discusiones" e incluso llegó a afirmar que Mario se había ido de la casa de la madre de Tamara Falcó para instalarse en su piso en la Puerta del Sol de Madrid. A todo eso, él no se ha mordido la lengua y ha respondido a los periodistas. "Los motivos de la ruptura no existen. No es verdad, no son ciertos". Isabel Preysler o Mario Vargas Llosa, "¿Quién tiene razón?", se preguntaban esta mañana en El programa de Ana Rosa. Destacan que "Preysler insiste en que rompieron por los celos del Nóbel. Él lo desmiente".
Y otro programa donde también se están haciendo eco estos días de la sonada ruptura ha sido en el exitoso Aruser@s, el show de humor informativo matinal de La Sexta que dirige y presenta cada día con mano maestra Alfonso Arús. El presentador catalán se ha fijado en una curiosidad, casualidad o no, que tiene que ver con la obra del escritor y con lo que le está pasando ahora con todo lo que tiene que ver con su separación de Isabel Preysler. Arús recuerda que en la obra Los Vientos, de hace un par de años, se puede leer un jugoso fragmento que seguro que remite a todo el mundo a lo que ahora está pasando. Un texto que ahora cobra nuevo sentido y que ha leído para los espectadores de su programa: "Nunca la quise. Fue un enamoramiento violento y pasajero, una de esas locuras que revientan una vida. Por hacer lo que hice, mi vida se reventó y ya nunca más fui feliz. Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esas pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí".
Un Zasca en toda regla, cómo destacan gráficamente en el programa. Arús destaca que "él dirá que no, pero teniendo en cuenta que un periodista, en 'El País', ha tenido yo creo que la autorización de Vargas Llosa, que también escribe en 'El País', para publicar ese fragmento..., pues hombre, mal no viene, después de que se le haya tildado de 'celoso enfermizo'...". Quizás la pichula de Mario Vargas Llosa "no me sirve para nada, pero bueno, tú al final, tampoco me sirves mucho", dice imaginando qué habrá pensado el escritor. "Además, considerando que su mujer se llama Carmen Patricia y que la protagonista de este cuento de 'Los Vientos' se llama 'Carmencita'... hay quien quiere ver tintes claramente autobiográficos". Ciertamente, ahora está de moda la autoficción, y Arús lo aprovecha para poner encima de la mesa lo que a nadie se le había ocurrido, bautizando a Vargas Llosa con una palabra brutal y haciendo una pregunta sensacional: "Yo, salvando todas las distancias, os formulo la pregunta: ¿Estamos ante un nuevo 'Shakiro'?". Maravilloso.
Y tiene más razón que un santo. La cantante colombiana, después de romper con Piqué, no ha parado de meterle sopapos con la mano abierta en sus canciones o videoclips, como en Te felicito o Monotonía, donde aparte de dejar al futbolista de caer de un burro y dedicarle indirectas directísimas en las letras, incluso hizo vestir al hombre que le dispara al corazón con un bazooka en el videoclip de Monotonía con un jersey blanco idéntico al de Piqué. Como dice Arús, cada uno tiene sus medios: "Shakira lanza Monotonía y Vargas Llosa ha lanzado 'Mi pichula'". ¿Se imaginan que ahora el escritor peruano, en sus futuros libros, empieza a dejar perlitas, bofetadas irónicas dedicadas a la Preysler sobre cómo era su día a día y su relación de pareja? Los fans de ella, alborotados por lo que puedan leer de su diva. Y los fans de él, ya se frotan las manos impacientes por leer entre líneas cualquier cosa que escriba a partir de ahora Vargas Llosa, a.k.a. Shakiro.