Almudena Cid es a los 42 años una de las famosas más bonitas, buenas y angelicales del panorama de celebrities. Divorciada, sin hijos y con el corazón roto, tardará más que su exmarido, Christian Gálvez, en encontrar pareja. Es ella la abandonada, la que se traga que su amor, presentador de concursos de poca audiencia en Cuatro, rehaga la vida con Patricia Pardo, la sustituta de Ana Rosa Quintana. Almudena hace vacaciones de su espectáculo teatral y luce nueva sonrisa en Málaga. De vacaciones en la costa andaluza muestra un bikini rosa que se agotará:
Almudena cuelga unos vídeos en su concurrida cuenta de Instagram de un cuarto de millón de followers donde explica que como la sirenita de Copenhague ha encontrado su roca favorita dónde lucir tipo, bikini y felicidad. Dos vídeos fabulosos:
El éxito profesional de Cid contrasta con la caída en desgracia de su ex. Gálvez no sólo languidece los mediodías al programa Alta tensión de la segunda cadena de Telecinco, con audiencias por debajo del 4%, sino que ha recibido una pésima noticia: la cadena COPE, propiedad de los obispos, le ha echado. Hasta ahora presentaba un programa en la emisora musical de los obispos, Cadena 100, pero no continuará. Será porque el divorcio es pecado, como la soberbia. Gálvez dijo adiós con una carta:
"La aventura en Cadena 100 llega a su fin. Ha sido un verdadero honor trabajar aquí, y vaya por delante mi eterna gratitud por haber trabajado con tantas personas que me han enseñado a cómo hacer y cómo no hacer las cosas.
También quiero dar las gracias por todo lo que aprendí.Cosas tales como que una jerarquía vertical no vale para nada si no hay un respeto horizontal. Comprendí que al miedo no se le combate, porque el miedo somos nosotros. Hay que escucharle, comprenderle y actuar en consecuencia. Aprendí a ser un poco más amable con mis versiones pasadas, ya que no sabían las cosas que sé ahora. Aprendí a soltar a los que tuvieron que marchar, para hacer espacio a los que debían y querían llegar". Parece que eso último va por Almudena y Patricia.
El divorcio ha estropeado la imagen del presentador. Desde que se confirmó su ruptura y los problemas derivados de ella, los programas de Christian Gálvez han perdido seguimiento. Con el cambio horario, Alta tensión ha pasado de un 6% de cuota de pantalla a un triste 1,8% de share y menos de 200.000 espectadores. Un auténtico fracaso que podría tener los días contados de cara a la próxima temporada. Pero no es el único trabajo que Christian Gálvez pierde. Los fines de semana se hizo cargo de un programa en Cadena 100, pero esta aventura se acaba. La angelical Almudena gana. La opinión pública ha dictado sentencia.