El próximo divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha eclipsado el otro divorcio que dejó España de piedra, la del matrimonio perfecto: el presentador siempre sonriendo de Pasapalabra, Christian Gálvez, y la maravillosa gimnasta y actriz Almudena Cid que es de Vitoria. Tiene 41 años. Hacían a la pareja maravilla.
Guapos, simpáticos, con éxito, sin hijos todavía... Eran la pareja de España, pero el amor se les acabó. Ahora ella concede la primera entrevista al diario El País. Promociona su obra de teatro, que paradójicamente se titula Una historia de amor.
Mucho se ha hablado de las razones de la ruptura. Se dijo que ella no quería tener hijos y él la presionaba en sentido contrario. Cid sale a desmentirlo desde la tristeza absoluta. Está rota de dolor y llora a media entrevista:
"Este tiempo lo he dedicado a estar conmigo. Durante las funciones de diciembre sentí que… [silencio, para. Llora. Emana el dolor de la ruptura, pero no quiere evitar el tema] sentí que estaba haciendo un esfuerzo para el que no creí estar preparada. Pero me he dado cuenta de que sí podía”.
A media entrevista la entrevistadora ve cómo Cid "Aprieta los labios con los ojos llenos de lágrimas". Está bastante desmejorada, más delgada, superando la crisis como puede.
El texto que recita tiene una frase que la remueve: "Hay una frase en el texto que de repente cambió para mí: 'Se acabó el amor'. Esta es la razón del divorcio, el desamor. Serán los hijos que quieren o no quieren, serán las supuestas infidelidades, pero la gimnasta llora durante la entrevista, de dolor.
Da otra razón: ha dado mucho más de lo que ha recibido: "He tenido un mal concepto del amor. Creía que con el esfuerzo de dar y dar ―como en el deporte: ‘Aguanta, aguanta, tira, tira’― llegabas al resultado. Y el amor es otro estadio, necesito conocerme y darme a mí”.
No hay que buscar más, ni sobre hijos ni sobre terceras personas, que si las hubo en el pasado no es el caso de ahora. Las razones es que ella era generosa con el amor y Christian Gálvez no tanto. Rehará su vida, la amorosa y la de sentirse en paz. Impresionante Almudena.
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Un medio publicó estas otras explicaciones: Gálvez quería ser padre y Cid no
Esta ruptura era más que previsible según explica La Noticia Digital, ya que desde el primer momento el madrileño dejó muy claro a Almudena que quería convertirse en padre. Sin embargo, la vitoriana no pensaba igual, ya que para ella ser madre no era una prioridad.
Almudena Cid ha sido una persona entregada su profesión y tenía claro que mientras fuera una deportista de élite no sacrificaría su vida laboral para tener un bebé. Después, ya retirada, parece, según el citado medio, que tampoco quiere criaturas.
De su boca no sale nada de eso. Con 41 años tiene tiempo de ser madre si lo quiere. Mucha fuerza. ¿Hablar de Christian Gálvez? Pasa palabra.