Este martes empieza la tercera jornada de la Champions League masculina. El Real Madrid está en Portugal, donde a partir de las 21:00 h se enfrentará al Braga. Un equipo asequible sobre el papel, las sensaciones blancas son de paseo militar. Especialmente en la prensa deportiva merengona, que ha dejado su huella en la sala de prensa del Estadio Municipal de la ciudad, una joya arquitectónica al haber sido construido sobre una montaña. Los informadores españoles, portavoces de la madrileñidad universal, han hecho un ridículo espantoso. Quizás esto no sea muy nuevo, lo sabemos. Pero siempre es entretenido descubrir cómo han vuelto a firmar un episodio que sonroja.

Resulta que la plantilla del Braga tiene en sus filas a un madrileño, Álvaro Djaló. Es el máximo goleador y la gran baza ofensiva para esta noche. Álvaro nació en la capital de España hace 24 años, aunque se trasladó a Bilbao de pequeño y jugó en las categorías inferiores de clubs vascos antes de probar suerte en Portugal. Nunca, y este dato es importante, jamás formó parte de la cantera del Madrid, eso de La Fábrica. Sin embargo, un informador bien conocido dio por supuestas cosas que solo pasaban en su imaginación. Y la pifió.

La pregunta, si es que se puede llamar de esta manera, es cualquier cosa menos inocente. Tampoco periodística. Una porquería, en definitiva: "Siendo español de Madrid, no sé si de pequeño eras del Real Madrid y si es especial (el partido) de mañana". Si eres español y de Madrid, no puedes ser más que merengue. Ni del Atlético, ni del Rayo, ni del Getafe ni del Cercedilla. Solo vikingo. Ya ni hablamos de sentir los colores del Zaragoza, el Almería o del equipo que le salga de las narices. Eso no entra en el marco mental del profesional que le planteaba esta duda existencial a Djaló. Pues bien, que sepa Álvaro que nos declaramos sus fans desde ahora mismo. El zasca, lleno de sinceridad, de ironía y de naturalidad, es de época.

Álvaro Djaló / TikTok

Djaló ríe antes de empezar a contestar, sabiendo que tras explicarse habrá matado más de un gatito con la camiseta de Bellingham: "A ver, mi padre es merengue. Yo siempre he sido el que apoya más al Barcelona, para picar a mi padre". Ea, chimpum. Culé para combatir la pesada pasión blanca, para llevarles la contraria, para estropearles el relato. Culé madrileño. Herejía. Más de un reportero tuvo que ir a casa a ducharse, se sentía sucio después de la comparecencia del futbolista. Que aprendan. Visca Álvaro, la resistencia.