Antes de que estallara en Guadalix de la Sierra el escandaloso caso de la presunta violación a una concursante, con un abyecto comportamiento por parte de Gran Hermano y del resto de dirigentes, presentadores, colaboradores y programas de la cadena, antes de que muchos anunciantes decidieran dejar de promocionar sus productos en el buque insignia de Mediaset, las aguas caían mucho más plácidas en el Gran Hermano VIP que se hizo meses antes. En parte, gracias a la simpatía, espontaneidad y belleza de una de sus participantes, a la postre, ganadora del concurso, la norteamericana Alyson Eckmann.
Después de proclamarse ganadora fue a celebrarlo con su pareja al Parque de Yellowstone. Pero en lugar del oso Yogui salió Eckmann con su novio enseñando el culo en las cascadas de Mooney Falls, en Arizona. Una escenificación de aquel anuncio del desodorante de los años 80.
Eckmann es una de las más fervientes retadoras de Instagram. ¿Censura? Enseño el culo. ¿Nueva amenaza de censura? Lo vuelvo a enseñar, y ahora dos fotos como dos tazas. La televisiva es una habitual de la red, y ahora ha sacudido a sus seguidores con sendas fotografías donde se la ve duchándose y cubriendo sus pezones, eso sí, con una estrella amarilla. Lo más importante, sin embargo, no son tanto las fotos, preciosas por otra parte, sino el mensaje que las acompaña: "Instagram vs Vida real. Si estás feliz y sana y tienes energía, ¿por qué tienes estrés? Los últimos dos años he tenido que comprar casi toda la ropa nueva porque he subido unas cuantas tallas, pero nunca me he sentido mejor". La colaboradora y cantante dice que ha engordado, pero tanto le da. Y bien que hace.
La última frase del texto es "¡Go fish!", id a pescar. Viendo su cara radiante, habrá que seguir sus consejos de felicidad.