La familia de Rocío Jurado agoniza sin la matriarca. Una de las pocas personas que puede hablar en nombre de la Jurado es su hermano, Amador Mohedano. Sin pelos en la lengua, a los 67 años sale a defender la memoria de la Jurado en Viva la vida de Telecinco. La hija mayor de la folclórica, Rocío Carrasco Mohedano Rociíto, no se habla ni con sus dos hermanos (adoptados) Gloria Camila y José Fernando, ni con los dos hijos, uno de los cuales sufre una discapacidad. 

Amador Mohedano en Telecinco

Amador: "Reviento cuando no veo ni un detalle de Rocío Carrasco con sus hijos. Me da mucha pena. Llevo diez u once años sin hablar con ella y las cosas van a peor"Amador, tío de Rociíto, destroza a su sobrina: "Con mi sobrina no he discutido nunca pero me traicionó con el Museo Jurado, me dejó la finca sin agua, vendió el pozo sin decirme nada. Me traicionó con el último programa de Fin de año en que actuó Rocío. La culpable es ella. Su pareja Fidel Albiac la pone contra su familia pero ella debería haber dicho 'Con mi familia no te pongas'". Por primera vez se dice claramente que la culpa de todo la tiene la mala influencia de Fidel Albiac, el hombre en la sombra que está arruinando al matrimonio que debe una fortuna a Hacienda.

Rociíto y Fidel Albiac, GTRES

Amador Mohedano sigue:"No la veo feliz, se le nota en la cara. Es lo que hay. Mi sobrina hace siete u ocho años que no se habla con su hermana Gloria Camila. He intentado la reconciliación hasta aburrirme. No hay forma. Tiro la toalla. Ya dará razón de vida. He perdido toda esperanza. Nos ignora a la familia y a sus hijos. No lo entiendo". El drama queda claro cuando Amador explica qué le dijo Rociíto a su hija cuándo quiso recuperar la relación: "Las veces que Rocío Flores se ha intentado poner en contacto con su madre para iniciar un acercamiento ella le ha contestado 'No quiero saber nada de ti”. Brutal e inhumano. No perdona que la niña a los 15 años la agrediera. Rocío Flores ya tiene 23.

Rocío y David Flores, hijos de Rociíto con quien no se habla, GTRES

El otro hijo de Rociíto sufre una enfermedad genética: síndrome de Angelman y le causa retraso en el desarrollo, problemas de habla y equilibrio y discapacidad intelectual. Rociíto no quiere saber nada y el padrastro de los niños, Fidel Albiac, aleja a una madre de sus hijos. Amador ya no culpa a Fidel sino a la gran responsable: Rociíto. Y una frase lapidaria a una hija: "No quiero volver a saber nada de ti".