La primera foto del reyes eméritos juntos al funeral de Elisabeth II ha hecho la vuelta al mundo. Una imagen hipócrita de la cornuda real después de 2 años de autoexilio en Abu Dhabi de Juan Carlos. La información es que ni un solo día la reina Sofía ha ido a ver a su todavía marido a los Emiratos. Pero a la hora de hacer el papelón en el who is who de la realeza, Sofía del brazo del monarca en Londres, haciendo ver que son todavía un matrimonio. Sofía cambia dignidad por estatus. Y las humillaciones sufridas en público se acumulan. Ahora sale a la luz una anécdota de hace años, de una amante célebre de Juan Carlos, la fotógrafa de la transición Queca Campillo.
El nombre de Queca Campillo sale en el documental del HBO Salvar al rey. Es ella misma quien confiesa que el rey la sedujo cuando lo fotografiaba, la llamó y fueron quedando para practicar sexo dentro de una furgoneta en la puerta de atrás de Zarzuela. Sofía hacía ver que no sabía nada, pero sabía. Ahora Jorge Javier Vázquez revela qué llegó a hacer Queca Campillo en público en un acto oficial de los reyes, Juan Carlos y Sofía, que ella fotografiaba. Fue sin ropa interior, y como Sharon Stone en Instinto básico, se abrió de piernas ante el jefe del Estado, ante la mirada atónita de Sofía. Así lo explica el de Telecinco en su blog de Lecturas.
Jorge Javier conocía a la fotógrafa de cuando él estaba en la revista Pronto y ella en Tiempo. Cubrían actos juntos y le explicaba anécdotas, y una es esta: "Circulaba la leyenda de que la reina Sofía detestaba a Queca porque en cierta ocasión, yendo a cubrir un acto que presidían Juan Carlos I y la emérita, se sentó frente a ellos. Ese día se puso una falda corta, abrió las piernas y le regaló al Rey unas vistas de su entrepierna sin bragas. Es decir, que se hizo un Sharon Stone en ‘Instinto básico’. La Reina se dio cuenta y desde ese día la empezó a odiar, aunque Queca cuenta en el documental que lo que sucedía es que la Reina siempre se quejaba de todo: demasiados flashes, demasiadas cámaras". Sobre todo demasiadas operadoras de cámara femeninas.
Otra noticia de Juan Carlos al funeral de Isabel II la revela Laura Fa en El Periódico:"Tenía que entrar en silla de ruedas al funeral, estaba preparada pero él dijo que no le daba la gana, que le aguantaran dos personas pero por dignidad no quiso entrar en silla de ruedas. Lo hizo mejor de lo que se esperaba por sus problemas de cadera. Una chica me contó que decidió entrar caminando. Me sorprende que alguna revista hable de los eméritos como si estuvieran enamorados. Sofía no quiere que le toque ni con el bastón". Más vergüenza para los monárquicos.