Las hordas fachas se han bebido hasta la última gota del escaso entendimiento que alguna vez tuvieron. Y han salido a la calle como un rebaño de bestias enfurecidas con el mundo que les rodea. Todos somos enemigos: indepes, izquierdas, feministas, lampistas y proctólogos. Todo vale. Las imágenes de su orgía ultra y agresiva (o de su ridícula soledad, como en Girona, Vitoria-Gasteiz o Donostia) son bien conocidas, y los retratan con precisión quirúrgica. Ahora bien, hacer el ejercicio de ir a estas concentraciones y prestar atención a las sandeces que dicen es un deporte de riesgo intelectual indecente. Y el programa de Risto Mejide se está especializando en esta abyecta especialidad: no hay día que no encuentren un facha enloquecido que amenaza con matar.
Ha vuelto a pasar durante la concentración de los ultras en la capital de España. Un baño de masas de insoportable hedor a faria, carajillo, naftalina y letrina. El programa envió a un reportero a recoger porquerías en un reportaje carpetovetónico y pasado de vueltas. No por el programa, claro. Los protagonistas son los votantes de extrema derecha fascista. 'Gente' que pide "un golpe militar de la derecha", que repite el 'unga-unga' que suena a "España una y no cincuenta y una". El desfile de momias podía pasar por comedia satírica, hasta que ha llegado una señora y se ha llevado el premio gorod: "A los políticos tomados me los hubiera cargado ya".
#TodoEsMentira13E estuvo con los simpatizantes de Vox que se manifestaron contra el nuevo gobierno, y contra alguno de sus aliados https://t.co/HMBv9JqyTI
— Todo es mentira (@todoesmentiratv) 13 de enero de 2020
Lo que pasó la semana pasada fue MUY FUERTE.
— Todo se mintiera (@todoesmentiratv) 13 de enero de 2020
Pero es que se queda EN NADA comparado con lo de esta tarde.
El programa de hoy... Lo cambiará TODO.
¡Esta tarde con @ristomejide @martaflich @SrCastelo y @SOYMIGUELLAGO, a las 15:45 h en @cuatro! pic.twitter.com/ioGvgcFIBu
¿Qué han hecho en Can Risto? Un 'mutis por el foro' tan grande como la brutal amenaza de la "demócrata" facha del gorro de lana. Incluso alguna sonrisa. Nadie que saliera a censurar ni a la mujer ni la expresión. Parece que les hace gracia. Y después los violentos son los catalanes. Claro, se trata de infiltrados, como ha dicho el partido de Santiago Abascal. Qué escándalo.