La muerte de Jimmy Giménez-Arnau ha pasado un tanto desapercibida porque los medios de derechas lo consideraban poco franquista y los medios de izquierdas lo contrario. Nadie ha querido escribir una hagiografía porque el personaje era locuaz, lenguaraz y sin ambages. Un caramelo para las televisiones. Por eso su última aparición poco antes de morir la hizo en la promoción del nuevo Sálvame, Ni que fuéramos Shhh. El periodista se hizo famoso casándose con la nieta favorita del dictador, Merry, María del Mar Martínez-Bordiú, hija de Carmen Franco y Cristobal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde. Hay dos artículos imprescindibles para entender al personaje. Uno es el de Jaime Peñafiel, ex director jefe de la revista Hola, donde revela cómo el difunto le reclamó 5 millones de pesetas por la exclusiva de la boda, una fortuna de la época, y acabó cobrando un millón. Fue la primera boda por la cual una revista rosa pagó en España. Jimmy tendrá siempre este honor. Aquel Hola vendió más de un millón de ejemplares. Se divorció al cabo de poco tiempo y se volvió a casar. Deja viuda al amor de su vida: Sandra. Pero tuvo otro de amor, platónico y catalán.
El otro artículo sobre el difunto lo firma Pilar Eyre en Lecturas. Es una obra de arte, una necrológica delicada, casi como una novela. Uno de los encargos más difíciles que puede recibir un periodista es escribir la necrológica de un amigo íntimo. Pilar Eyre y Jimmy Giménez-Arnau eran muy amigos y la periodista catalana ha escrito un artículo que emociona. Como siempre tratándose de Pilar Eyre revela un secreto oculto, el amor (platónico) de Jimmy por una de las artistas catalanas más importantes de hace décadas, la grandiosa Guillermina Motta. La cantante y actriz hace tiempo que no sale por TV. Muchos la recuerdan todavía del primer magazine de tardes en catalán, se llamaba La palmera se hacía en TVE presentado por un joven Jordi González, con mitos como Margarita Landi, Hilario López Millán o la Motta, que ya era una estrella de TVE, donde hizo la serie Las guiillermines del rey Salomón. Guapísima. Se le atribuyó una relación con una estrella y jugador del Barça, Charly Rexach. En TV3 no ha hecho demasiada cosa, tertuliana de El club o presentadora de un espacio de entrevistas. Ahora, a los 82 años, vive apartada de todo.
Eyre revela este amor platónico entre Jimmy y Motta: "Un día Jimmy Giménez-Arnau vino a que lo entrevistara Jordi González a un programa que hacíamos en Barcelona, La Palmera. Entró en la sala de maquillaje, nos dimos un abrazo y me susurró al oído, “me acabo de enamorar”. Me di cuenta de que se refería a mi compañera de tertulia, la cantante Guillermina Motta, porque a Jimmy le gustaban las mujeres así, estilosas y con pinta de intelectuales. Después me llamaba a diario para preguntarme por ella y me decía que estaba aprendiendo catalán leyendo a Salvat Papasseit para conquistarla. Yo me burlaba, “¿con esos poemas tan tristes?” y él me contestaba, “las mujeres os reís con los amigos, pero con los enamorados os gusta un poco de drama”. Y en ese idioma que casi llegaste a dominar hoy te despido, Jimmy, fins a sempre, amic. Yo también me moriré, pero no pasa nada porque, como me dijiste un día de vino y rosas, “todo se volverá viejo menos nosotros”. Amigos que escriben tu necrológica, un género literario que pone la carne de gallina.