Ana Belén es una de las artistas más admiradas de España. Forma parte de un grupo selecto de músicos, los Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Víctor Manuel y ella, Ana Belén. Hacen giras juntos, son canallas, de izquierdas y a menudo poco amigos del procés independentista. Pero son estrellas de la música, por trayectoria, autoría y éxitos. El caso de Ana Belén es quizás el más extraño, única mujer del grupo, más actriz que cantante y un puñado de canciones en el recuerdo, como el mítico Lía. Hacía tiempo que no aparecía en los medios, medio apartada de la música y los escenarios. Acaba de salir para presentar una obra de teatro, Romeo y Julieta despiertan y los que hemos despertado somos el resto. Ana Beén es así a los 71 años: maravillosa.
Una cara fabulosa sin tener que retocarse por el cirujano, las patas de gallos donde tocan, la nariz prominente que la caracteriza y justo un tinte de pelo que la hace muy elegante. Es fabulosa y ha sabido envejecer sin retocarse, no como Letizia que con 20 años menos parece su madre de tantas operaciones como se ha hecho. Una gran cantante, una mejor actriz una mujer excelente. Mito. Sobre Catalunya es cierto que también se ha pronunciado en sentido crítico.
La respuesta anti-indepe de Ana Belén sobre Catalunya: "Es tanto lo que nos une"
El diario El Mundo tiene una obsesión: hacer que artistas españoles hablen (mal) de Catalunya. Lo hizo la célebre Carmen Maura ("Me da rabia dar dinero a los catalanes porque no lo necesitan") y lo hace cada pocos días con los artistas de izquierdas, progres y clásicos españoles. Víctor Manuel también ha meado fuera de tiesto sobre Catalunya, y ahora su mujer, Ana Belén. La cantante y actriz promociona su papel de teatro al lado de un actor catalán de renombre, Lluís Homar.
Pero parece que Homar no le ha explicado por qué más de media Catalunya quiere votar su independencia de España. Así entiende el conflicto Catalunya-Espanya la actriz. La pregunta es capciosa "La pequeñez, ese egoísmo que nos invade, ¿no lo representa el independentismo más que nadie?". Sesgado hasta la náusea. Ana Belén toca el violín: "Yo cuando escucho palabras tan importantes como "la unidad de España"... siempre digo que es mejor hablar de la unidad de los españoles. Es tanto lo que nos une que por qué vamos a renunciar. Todas esas cosas tan rimbombantes como la bandera, la unidad de España... Me parecen bien para quien las quiera, pero me importa más lo cercano, ese otro que me encuentro por la calle y que no lo veo como diferente, ni como alguien raro". Poético, pero de emanciparse, independizarse y decidir marcharse, ni hablar.
No satisfecho con la respuesta anti-independentista de la artista, le repreguntan estilo El Mundo "Lo peor también es la fractura social entre las propias familias en Cataluña...". Qué pereza la fractura. Ana Belén: "No tengo la varita mágica, pero si no se habla, no hay ninguna posibilidad de arreglo. La ruptura sería una pena, una lástima, por un lado y por otro. A mí me unen tantas cosas con Cataluña, tengo ligadas tantas cosas a mi vida y tantos amigos allí que no quiero renunciar a eso, a mis afectos... Es tan complicado todo". Nada complicado. No hace falta que renuncie a nada si Catalunya es Estado, puede ir a hacer giras y visitar amigos. La independencia no se lo impediría. Es un argumento afectuoso pero falaz.