La periodista catalana Ana Boadas se está forjando una sólida carrera a base de trabajo y talento ante cámaras. Después de diferentes proyectos televisivos, y de una notable incursión delante de los micrófonos de RAC1, Boadas apareció en diferentes programas de TV3, como el Vacances pagades, Divendres, las Campanades de fin de año, La cavalcada reial desde Tarragona y Girona, La cantada d'havaneres, los Premis Gaudí, la catifa vermella, la Gala final Oh Happy Day, La nit de Merlí o presentando la edición de La Marató del 2005, junto con Toni Cruanyes, con momentos impagables como este.
Si aquí la veíamos bailar con un maestro como Cruanyes, ahora es la compañera de baile de otro genio de la televisión, Xavier Sardà, con quien copresenta el magnífico debate semanal Obrim fil en TVE, los jueves, en el circuito catalán.
En el programa han tratado temas de todo tipo, siempre interesantes, con invitados sin pelos en la lengua y abordando temas como: "¿Hay vida después de la muerte?", "¿Qué nos excita?" o si "¿Se puede parar el envejecimiento?". Haría falta que algún día dedicaran un especial a otra cuestión: ¿Qué tienen en la cabeza los que diseñan los parques infantiles de nuestros pueblos y ciudades?
Boadas, aparte de su tarea delante de las cámaras, tiene otra pasión, su familia, su pareja Xavier y su preciosa hija Paula, nacida a finales del 2019. Con ella, le gusta hacer lo que hacemos todos los padres con nuestros hijos cuando son pequeños, ir a pasar el rato a un parque, donde los más menudos pueden jugar entre la arena y montar en toboganes y columpios... Bueno..., pueden hacer eso o preparar el doctorado en Ingeniería. Porque algunos iluminados abusan de creatividad a la hora de diseñar las zonas de recreo de los chiquillos. La prueba, una aberración que se ha encontrado Boadas en su ciudad.
Ni ella, ni nadie, entiende qué narices han puesto allí, ni cómo se sube ni cómo se juega. Y se pregunta: "¿Tanta modernez de qué sirve? ¿Postureo, no? Un tobogán clásico y un 'columpio' de toda la vida por favor". Nos sumamos a la petición:
Al lumbreras que ha hecho este esperpento habría que ponerle así su parking o su casa. A menudo, por querer ser los más vanguardistas, nos pasamos de frenazo.