Uno de los mejores programas que había hasta ahora en la parrilla televisiva lo encontrábamos cada jueves por la noche en TVE en el circuito catalán. El debate Obrim fil, dirigido y presentado por Xavier Sardà y copresentado por Ana Boadas. Un espacio sensacional donde se debatían diferentes y originales temas, desde muchos puntos de vista, y con un grupo de colaboradores que aportaban ss conocimientos, mucho de humor y sin morderse la lengua, como Bernat Dedéu, Lorena Vázquez o David Balaguer. Desgraciadamente, la cadena ha decidido, de manera incomprensible, cerrar el chiringuito y la próxima temporada no lo han renovado después de dos temporadas. Una lástima para los que éramos fans.
Pero que no se preocupen los fans de Sardà que pronto lo veremos con un nuevo proyecto. Esperamos también que Ana se merezca una propuesta profesional a su altura. Talentosa, empática, original y todo bondad, la presentadora catalana seguro que tendrá alguna oferta que valdrá la pena y los espectadores podremos seguir disfrutando de su trabajo. Aunque su cara siempre muestra una sonrisa de oreja a oreja, a pesar de su positivismo endémico, Boadas también tiene una parte dentro suyo que, cuando le tocan lo que no suena, salta. Salta y alza la voz, sólo faltaría, contra las cosas indecentes que la rodean o las que no le gustan.
Hace un tiempo, puso unos ojos como platos al ver una aberración en un parque infantil. Ella y su pareja, Xavier, tienen una hija pequeña, la preciosa Paula, de dos años y medio, y ahora, yendo con ella en transporte público por Barcelona acaba de constatar dos realidad lamentables que se producen a menudo cuando los usuarios cogemos el metro estos días. Explica Ana que "¿Lo de quitar mascarilla en el Metro de Barcelona no va con los turistas, no? A ellos les da igual y nadie dice nada. gracias"!. Y tiene más razón que un santo. Es indignante, por decirlo suavemente, entrar en un andén, o después en un vagón de metro, y verlo lleno de turistas pasando de todo, charlando, sin mascarilla, con el vagón lleno hasta los topes. Indignante porque los trabajadores parece que se pasen por el forro las indicaciones. Sí, hay una grabación que va sonando cada dos por tres, también en inglés, pero evidentemente, la grabación les trae al pairo. Pasan olímpicamente y tú, pasando calor con la mascarilla puesta, cumpliendo con la obligación, que parece sólo para algunos. Y no sólo turistas se lo pasan por el forro.
Pero la indignación de Boadas no acaba aquí. También constata una penosa realidad: cómo la gente va a su bola y no ayuda al que lo necesita. Personas mayores o embarazadas a las que no dejan sentarse, personas con maletas y dificultades para bajar las escaleras o, como ella, madres que van con los cochecitos de sus hijos pequeños: "Y lo de ayudar a chicas que van cargadas con hijos y cochecitos, tampoco. Cómo mola la solidaridad y el respeto que se lleva en mi ciudad", dice, dirigiéndose al Ayuntamiento de Ada Colau:
Lo de llevar mascarilla en el Metro de Barcelona no va con los turistas, no? A ellos les da igual y nadie dice nada. gracias!Y lo de ayudar a chicas que van cargadas con hijos y cochecitos,tampoco. Cómo mola la solidaridad y el respeto que se lleva en mi ciudad @bcn_ajuntament
— Ana Boadas (@Ana_Boadas) Augusto 5, 2022
La entendemos perfectamente y nos solidarizamos con ella.