La inseguridad ciudadana es uno de los problemas más preocupantes que sufre la ciudad de Barcelona. Los robos son una lacra a la que nadie pone freno, ya sea por impotencia, falta de recursos o permisividad. Las víctimas no son solo los turistas, también los propios vecinos. Que levante la mano a quién no le hayan birlado el móvil, la cartera, el reloj, la moto, la bicicleta o incluso la bolsa del carrito de bebés. Ay, amigos. Arrasan con todo lo que pueden, les da igual. Te despistas medio segundo y ya tienes a alguien encima. Demencial, sí, pero tan habitual que parece que hemos quedado anestesiados, ya ni nos quejamos. Parece que solo se habla cuando la víctima es un VIP, un famoso o un extranjero de visita con mucho dinero. Un hecho que se ha vuelto a manifestar con lo que le ha pasado a la cantante y extriunfita Ana Guerra.
La canaria ha pasado por la capital de Catalunya estos últimos días y ha vivido en carne propia un robo. Un tipo le arrebató el bolso mientras se hacía unas fotografías. Afortunadamente lo pillaron in fraganti mientras se metía el botín en la mochila. El personaje no ofreció resistencia y devolvía aquello que no era suyo, final feliz. Pero claro, la cantante estaba molesta y quiso expresarlo a través de las redes sociales. Tenía todo el derecho, pero resbaló con el texto por culpa de una palabra que hacía referencia al origen del ladrón: "Un marroquí". Y claro, se montó un buen pollo que ha durado días, hasta que Guerra se ha caído del caballo (o la han hecho caer) y ha medido el alboroto.
Ana Guerra acusada de racista después de sufrir un robo en Barcelona
"Racista": este ha sido el calificativo más repetido en redes, donde la publicación corre a toda velocidad. En su cuenta el contenido ha sufrido una modificación importante, consciente de que había metido la pata: ya no sale la palabra clave. Y es que criminalizar por cuestiones de raza o procedencia es un deporte de riesgo. Sobre todo porque no hubiera hecho lo mismo si el delincuente fuera canario, catalán, madrileño o de Zamora. Seguro que no. Tenía todos los boletos para conseguir el premio gordo de la tómbola y no ha fallado. La han puesto bonita, bonita. Lo que más sorprende, sin embargo, es que nadie de su equipo la avisara de los peligros que se acercaban por todos lados. Quizás lo hicieron, pero Ana no consideraba un error su comentario. Cosa que, después de un buen puñado de bofetadas y adjetivos hirientes, sí se ha producido.
Ana Guerra otra cosa no, pero siempre nos da contenido para comentar en redes sociales, el último lo vemos en esta publicación de ig hace 3 días pic.twitter.com/QYVZk5dfIA
— Srta Cotilleo (@Srtacotilleo) May 29, 2023
Las disculpas de Ana Guerra que no gustarán a todo el mundo
Guerra ha compartido hace unas horas una intervención en la que pide disculpas y jura y perjura que ella no es xenófoba. Estamos seguros de que no lo será, pero el comentario sí. Con aspecto de azafata del '1,2,3' y hablando muy poco a poco, Ana envía este comunicado virtual: "Es obvio que no soy racista. Siento mucho si pude ofender a alguien con la descripción de lo que había sucedido. Nada más lejos de mi intención que promover el racismo. Soy una persona que vive en la filosofía que el mundo es de todos y para todos". Unas palabras que quieren calmar los ánimos, pero que provocarán un nuevo incendio entre todos aquellos que no solo no la criticaron, sino que la aplaudieron por utilizar la palabra "marroquí". Vaya mundo este.
Pensar antes de escribir según qué cosas es muy útil, evita disgustos. Al menos recuperó su bolso. Una victoria pírrica, por otra parte.