Testimonio durísimo de Ana María Aldón este martes en Supervivientes. La mujer del torero José Ortega Cano, concursante de la edición actual del reality de Telecinco, ha revelado que de pequeña vivió un infierno en casa. Una infancia marcada por los malos tratos de su padre, que nunca ha conseguido olvidar y de los que ahora habla abiertamente en Telecinco.

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Entre lágrimas, la mediática andaluza ha recordado el terror con el que su padre sometió, durante un sinfín de años, a toda la familia: "Era una bestia humana. Torturó a mi madre y nosotros lo veíamos día a día. Yo soy la menor de seis hermanos. Mi hermano Fermín y yo, que es año y medio mayor, nos agarrábamos y nos metíamos bajo la cama". Experiencia traumática que la llevó al límite. Hasta el punto de querer acabar con su vida: "He querido tener un cuchillo en la mano para matarlo, quería ser mayor de edad, pero nunca llegaba... Esos días acaban de la peor manera posible. Al día siguiente me iba al colegio y agachaba la cabeza de vergüenza porque veía a mi madre con la cara morada. Mi madre es un ángel que bajó del cielo. No se lo merecía ni ella ni sus seis hijos".

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Todo acabó cuando el padre de Ana María murió, ahora hace dos décadas: "Le entró cáncer y en poco más de dos años murió. Hace 20 años que no está con nosotros, está perdonado. Y quiero que mi familia me perdone". Y es que a consecuencia de los maltratos de su padre, Aldón asegura que se convirtió en una joven rebelde que hacía la vida imposible a los demás: "Fui una prepotente y una maleducada. Hice pasar vergüenza a mi madre y a mis hermanos, y como no era capaz de pedirles perdón me distancié de ellos e hice barbaridades", ha lamentado antes de que la presentadora, la asturiana Lara Álvarez, intentara consolarla con un cálido abrazo.