Las alfombras rojas de los festivales de cine (casi) siempre sorprenden. Los modelos escogidos por actrices, actores, directores e invitados VIP para presentar y promocionar sus últimos trabajos atraen las miradas, los comentarios, las mofas y, de vez en cuando, la reflexión. En todo caso, tiene que ser una cita muy irrelevante para no disfrutar de un espacio en prensa, televisiones y redes sociales. Todos quiere opinar, incluso cuando la elección estilística es de aquellas que te dejan mudo. Exactamente lo que ha conseguido en primera instancia la presentadora y humorista Ana Morgade, que ha pasado por la Seminci, la semana de cine internacional de Valladolid, causando un efecto demoledor.

Hace tiempo que no vemos a Ana en pantalla: dejó la tele de lado para hacerse cargo de un programa de radio como el 'Yu: no te pierdas nada' que heredó de Dani Mateo cuando el catalán se puso al frente de 'Zapeando' en La Sexta. Dos años fuera del circuito televisivo, sí, pero que han dado para mucho: sobre todo en el aspecto personal, convirtiéndose en una madre feliz, orgullosa y, como siempre ha sido la madrileña, irónica. Recuperada físicamente del trance de dar a luz, que no fue nada fácil, Morgade recupera tradiciones como las de los photocalls y la exposición pública. Y, según explica, vuelven antiguos miedos y desazones que combate con madurez y originalidad. Atención en su vestido.

Ana Morgade con su original 'no traje' de la Seminci / @ana_morgade_oficial

Efectivamente, no lleva un traje demasiado tradicional. Porque no es un vestido, sino la bolsa donde se conserva antes de lucirlo. Uno portatrajes, vaya. Así se presentó en la ciudad de Castilla y León, dejando a todos boquiabiertos: "My alfombra verde today. Durante días sufrí pensando qué llevar porque siempre me sucede lo mismo: en los showrooms casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha. No tengo un cuerpo de talla standard, por supuesto no soy modelo, y no me es nada fácil encontrar un vestido que no me haga sentir terriblemente mal hecha". Muchos años de "posar con ropa que no me encajaba muy bien, aterrizada, pensando que es mi cuerpo el equivocado. Pero no, era actitud la errónea. Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedía". Todo eso le recorría la cabeza cuando se dijo: "si es que me queda mejor la bolsa que el traje... Y voilà. Aquí me tienen, señoras. Orgullosa y feliz, con un traje que no me aprieta, no me tira, no me asusta, y representa lo que soy, mejor o peor: una comediante. ¿Y saben qué? Es la primera vez que no me apetece ponerle filtros en la foto".

El texto de Ana Morgade sobre su vestido de gala / @ana_morgade

Ana Morgade en la Seminci / @ana_morgade_oficial

"El vestido de mi vida", ha añadido más tarde en Twitter. Y seguramente lo es. Porque quizás no cumple con cánones de estilo, belleza y otras cuestiones similares, pero la hace sentir plena y tranquila: "No puedo cambiar qué se considera un cuerpo aceptable o no, y mucho menos cambiar mi autoestima de un día para otro, y mi relación más o menos despiadada con mi cuerpo (que acaba de hacer la proeza de fabricar a una personita, así que creo que se merece que lo mime un poco)."

La elegancia en realidad es esto: que el envoltorio no tape y distorsione la clase que llevamos dentro. Ana Morgade tiene para exportar.