No están siendo momentos nada fáciles para Ana Obregón. Todo lo contrario. El 13 de mayo del 2020 su hijo perdía la vida tras dos años de lucha contra el cáncer. Tan solo un año más tarde, a finales de mayo del 2021, su madre también fallecía. Dos durísimos varapalos de los que la actriz y presentadora, rodeada por sus amigos y familia, se intenta recuperar. No lo hace en Madrid, donde reside de manera habitual en la urbanización de La Moraleja. Lo hace en Mallorca, isla a la que se traslada cada verano para huir del bullicio de la ciudad. Allí, Ana Obregón dispone de una lujosa casa familiar al lado de la playa en la lujosa zona de la Costa de los Pinos. Foto de la actriz y su padre en Mallorca:
Un viaje hasta Mallorca, su isla favorita, que no ha pasado desapercibido para nadie. Pues la bióloga más famosa de España ha presumido del último y lujoso capricho que se ha permitido antes de cruzar el mar. Tal y como ella misma ha desvelado ha alquilado una avión privado para que el trayecto sea mucho más cómodo y ameno, sin tener que preocuparse por las maletas ni las colas en el aeropuerto. "Hace unos años, cuando mis padres empezaron a necesitar más cuidados, descubrí la compañía de vuelos ejecutivos más importante de España. El viaje se convirtió en una experiencia única. Llegábamos 15 minutos antes del vuelo, con una atención exquisita y un menú excelente a bordo", asegura entre otras cosas la que fuera pareja de Alessando Lequio. Fotos de Ana en el avión privado:
"Lo típico que solemos hacer los españoles, coger un jet privado", "Una publicidad muy bonita para ricos", "No creo que los pobres podamos costearnos estos lujos", "Lo único que hace falta es dinero" o "Se te olvidó decir que es solo para millonarios". Estos son algunos de los muchísimos comentarios, todos en la misma línea, que Ana Obregón ha recibido Instagram por hacer publicidad de la compañía privada de aviones que ha elegido para ir viajar hasta Mallorca. Una promoción en las redes por la que seguro ha ganado dinero. Y no precisamente poco. Un lujoso y caro capricho al alcance de muy pocos bolsillos. Diva se nace, no se hace. Y eso bien lo sabe Obregón.