Ana Obregón es la protagonista indiscutible de las últimas semanas, como a ella le gusta. A finales del mes de marzo la revista ‘Hola’ publicó en exclusivas unas fotografías donde se veía a la actriz con una bebé en brazos. Efectivamente, la publicación confirmaba que la presentadora había sido madre mediante la gestación subrogada a los 68 años de edad en Miami. Una semana más tarde, Ana concedía su primera entrevista desde Estados Unidos para la misma revista. La madrileña aclaraba muchas dudas. Los rumores se confirmaban. Álex Lequio era el verdadero padre de la menor. El joven congeló su esperma por si en el futuro quería tener hijos, una práctica habitual en los pacientes con cáncer. Biológicamente, Ana es su abuela, legalmente será su madre.
La bióloga ha recuperado el amor que perdió. De alguna manera siente a Álex Lequio más cerca que nunca. Se desconoce cuando volverá a España con la menor, tal vez sea dentro de algunos meses, aunque el próximo 19 de abril sale a la venta su libro ‘El chico de las musarañas’. No hay ninguna presentación programada ni tampoco firmará libros en Sant Jordi. Su máxima prioridad en estos momentos es el bienestar de la bebé.
Ana Obregón acondicionará su chalet de La Moraleja para la llegada de la pequeña
Ana Obregón ha comprado los mínimos enseres en Miami, aunque estaba a punto de nacer la niña. De esta forma no levantó sospechas. El Español ha conocido que la presentadora ha encargado obras en su casa de La Moraleja para acondicionar la llegada de la menor. Por ahora, dormirá en la misma habitación que Álex Lequio, que permanece sin tocar desde el día de su fallecimiento.
La madre de Álex Lequio lleva mucho tiempo pensando en realizar obras en su chalet de Madrid. Ahora con la llegada de la niña se muestra mucho más ilusionada y con ganas de hacer cambios para empezar de cero. Fuentes cercanas a la presentadora aseguran que no hay prisa. Quiere realizarlas cuando ella llegue a España, que no será hasta finales de mayo, como mínimo.
La casa de Ana Obregón es elegante, moderna y minimalista. No obstante, hay un lugar que no frecuenta con asiduidad y ha ido dejando apartado. Se trata de la cocina. La presentadora es consciente que la tiene demasiado descuidada. Los espectadores pudieron verla en el programa de ‘Ven a cenar conmigo’ en el que participó. Muebles hinchados, desconchados, zócalos malogrados, que denotan un desgaste propio del paso del tiempo. El estado de la cocina sobresalta en comparación al resto. Han pasado demasiado años y casi podría ser el plató de ‘Cuéntame cómo pasó’.