Recta final del puñetero 2020 que ya se acaba. La mejor noticia es despedirlo y la mejor compañía para hacerlo es empatizar con alguien que ha sufrido. Como Ana García Obregón. La actriz y presentadora de 65 años está preparándose mentalmente para el programa de su vida: los 15 minutos de las Campanadas en TVE. Este viernes la cadena ha presentado todas las caras de la Navidad y Obregón está visiblemente afectada. Se ha propuesto no colocar aquella sonrisa impostada de la Igartiburu. Obregón se come la cámara. Así es una madre que ha enterrado a su hijo de 27 años. Triste:
La Igartiburu asume que es el segundo plato: "He visto a Ana cono ganas de dar lo mejor de sí misma". Lo debió decir por el look muy ceñido, marca de la casa: "Ajustado vestido de color negro con escote corazón y falda lápiz muy favorecedor que ha coronado con unos imponentes pendientes largos de brillantes a juego con los broches" (Lecturas). La distancia entre las dos anas no se sabe si es por el COVID o porque como filtró Peñafiel, Obregón no quería a Igartiburu:
Los periodistas presentes en el acto han destacado que Ana ha llorado bajo la mascarilla negra: "La actriz no ha podido contener las lágrimas y cubierta con la mascarilla de rigor agradecía el cariño recibido con una simple mirada". Mirando al cielo con los ojos llorosos. La foto del año:
Qué ironía que el eslogan de TVE sea "Renueva la ilusión". La cara de la Obregón era un poema. Un poema hacia su hijo Álex Lequio. Este 31-D millones de personas le enviarán un beso.