El 2020 por fin ha quedado atrás. Los últimos minutos del año no podían haber acabado de una manera más surrealista. Con Cristina Pedroche vestida con el edredón de la cama en Antena 3 y con Lídia Heredia, Helena Garcia Melero y Cris Puig salidas de Frozen en TV3. En TVE, más sobriedad... y pena. La de Ana Obregón dando las campanadas al lado de Anne Igartiburu en el que ha sido el peor año de su vida, sin ningún tipo de duda.
Después de la dolorosa pérdida de su hijo Álex Lequio por culpa de un maldito cáncer, la presentadora hizo de tripas corazón para capitanear las campanadas de la televisión pública desde la Puerta del Sol. En todo momento sobrevuela encima de los espectadores la tristeza infinita que tenía Obregón por despedir un año funesto que no sólo se ha llevado a muchas personas por culpa de la pandemia, sino que a ella la ha tocado especialmente por la trágica muerte de quien era su razón de vivir.
Obregón ha sido un ejemplo, no sólo de profesionalidad, sino también, y especialmente, de ternura, emoción y, al fin y al cabo, de qué significa ser madre. Evidentemente, no ha podido evitar tener un sentido recuerdo para su hijo. Unas palabras mirando al cielo, sobrias y sentidas, explicando que cada fin de año anterior enviaba un beso a Álex, y ahora, más que nunca, y aunque ya no esté entre nosotros. Su compañera y todos los espectadores han tenido que hacer esfuerzos para no echarse a llorar empatizando con el dolor de la presentadora:
"Lo más importante en esta vida es dedicar tiempo y amor a las personas que quieres". Así ha dicho adiós a 2020 Ana Obregón en #CampanadasRTVE, con palabras de su hijo Alex y un mensaje de superación y esperanza -> https://t.co/rnA9WStKYB Feliz 2021 pic.twitter.com/m1wadN1F0Y
— RTVE (@rtve) December 31, 2020
No se puede añadir nada más. Todo el apoyo del mundo para ella.