Esta es la cara de Ana Obregón desde que se anunciara el pacto político que revienta España: Perro Sanxé i Puchdemón, amnistía, caos y destrucción. Qué no los habremos explicado ya sobre lo que arrastra el mal rollo españolista, entre calles en llamas, personajes del inframundo pidiendo taxis enfermizamente, neonazis y cayetanos. Entre banderas españolas agujereadas sin el escudo monárquico, también. El tono es cada vez menos constitucionalista en estas noches de furia. Este domingo, sin embargo, la familia ha salido a la luz del sol, convocando manifestaciones en todas las ciudades del Estado a mediodía. El llamamiento era del PP, con VOX escondiito bajo la axila de la gaviota. La de Madrid ha sido la más numerosa. Pero hemos echado de menos a una persona, una celebrity: la prota de 'Ana y los siete'.
Anita, en nombre de tus seguidores y compañeros de angustias patrióticas, eso no se hace. No está bien animar al personal y después dejarlos tirados. Eso no se veía desde que Miguel Bosé hiciera aquel llamamiento planetario a manifestarse contra la plandemia del coronavirus, la mascarilla y los chips 5G, y al final se quedó en casa en pijama y con un colacao calentito. Ni rastro de Miguel aquel día, y ni rastro de su "ex" en la protesta madrileña. Y no digan que como la plaza estaba "abarrotá" era imposible distinguirla. Eso es un desprecio a su leyenda, nunca pasa desapercibida. Ni entre una multitud. Es única en un millón. O entre 80.000.
La actriz y presentadora, a la que hemos visto repetidamente en televisión durante las últimas semanas (con irrelevancia y hartazgo en términos de audiencia), republicaba el mensaje de su ídola Isabel Díaz Ayuso que servía de convocatoria oficial del aquelarre. Texto escrito a la patriota, es decir, sin respetar el idioma: "España no es negociable por la igualdad. Domingo 12 de nov a las 12". Se trata de un vídeo muy corto en el que salen personas random luciendo rojigualdas bajo un centro comercial, y de pronto aparece un bebé, especial debilidad de la madre-abuela más famosa. "No nos van a callar", acaba la cosa. Muy bien. Ya sabemos qué tipo de educación ofrecerá a la pequeña Ana Sandra Lequio. Tampoco teníamos dudas al respecto, la verdad.
Hablábamos de eso del "no nos van a callar" (cuándo pasan todo el día dando la murga, pero vaya), y es precisamente lo que han hecho usuarios de las redes sociales, bajando los humos a Anita la Fantástica, que se ha quedado mirando cómo la nanny cambiaba pañales, mientras ella seguía los acontecimientos por Telemadrid, bien informada. Una guionista de la Cadena SER, Marina Lobo, activa internauta y que reparte sopapos como catedrales, le ha arreglado el story, ha quedado monísimo. Ahora, que la irritará, es sangrante: ya sabemos cómo se pone cuando le tocan las palmas con su bebé. "España no se negocia. Los bebés sí". La ha dejado KO.
He arreglado el story de Ana Obregón pic.twitter.com/SVavRdY8v6
— Marina Lobo (@marinaLobL) November 12, 2023