Probablemente pase a la historia de Masterchef Celebrity como la concursante que menos simpatías ha despertado entre los compañeros y entre el jurado. Y al revés pasaba lo mismo ("He probado cosas de Jordi Cruz que no pegaban un carajo, horribles"). Ana Obregón, la breve, fue la primera expulsada de esta edición después de un debut donde la tirantez se podía cortar con uno de los cuchillos que hizo servir para cocinar. Unas semanas después, hubo un intento de reconciliación con la repesca en la que la volvieron a ponerla dentro. Una tregua momentánea. Un programa más y volvía a ser la expulsada de las cocinas.
El lema del programa es "Pónganle sabor a la vida". Sabor, no lo sabemos. Pero una buena dosis de mala leche es lo que se desprende de una entrevista en el diario El Español. La experiencia que ha tenido Obregón en el talento culinario de la 1 tuvo mucho más que ver con comer un limón a palo seco o un alioli que se te repite toda la tarde que con saborear una delicatessen. "Ni lo sigo. No lo había visto nunca y menos cuando lo he hecho. Yo luchar por freír mejor la croqueta, como que no". Vaya, que no se muere por ir a comer al AbAC o a El Bohío. Es tal el menosprecio que le provoca MC que dice: "Yo creo que se ha acabado ya, ¿no?. La actriz dice que no tiene rencor y que los que han quedado retratados son ellos: "No estoy enfadada... Todo el mundo me escribe por Instagram y me dicen que se han ensañado conmigo, pero cuando se ensañan con una madre que lo está pasando tan mal, quienes quedan mal son ellos... Yo siempre seré una señora".
Obregón, sin embargo, ha revelado un hecho desconocido que deja en muy mal lugar a la productora del programa. Luchando desde hace más de un año al lado de su hijo para que este supere un cáncer, confiesa un momento muy duro que ha tenido que vivir estando atada contractualmente a Masterchef: "No lo pensaba contar, pero, mira, te lo cuento. Cuando mi hijo estaba hospitalizado, ingresado, tenía que haber estado yo en Vitoria, en el festival, pero no pude, como es lógico. Yo no quería decir lo que era porque la salud de mi hijo es un tema privado. Dije que no podía ir, porque por contrato no estaba obligada. No tenía que especificar. Era un momento muy duro". ¿Y qué hizo el programa ante la negativa de la concursante? "Recibí un burofax amenazando con denunciarme si no iba a Vitoria. No estoy enfadada con ellos porque no tengo fuerzas. La poca energía que tengo es para apoyar a mi hijo. Sé por lo que me dicen mis amigos que han sido crueles conmigo. Peor para ellos".
Yolanda Ramos ha enseñado los pechos, Tamara ha enseñado que la cocinera de la Preysler, Ramona, le ha dado buenas clases, Jaime Peñafiel ha enseñado el nombre de la ganadora antes de tiempo... Y Ana Obregón ha enseñado las garras.