Ana Obregón recupera poco a poco la normalidad. Este año de pandemia la ha arrasado especialmente. Una tristeza ambiental que en su caso ha acabado devorándola. La muerte de su único hijo Álex Lequio a los 27 años de cáncer de huesos en Barcelona causó que la presentadora y actriz cayera en una especie de depresión no diagnosticada.

Tristeza permanente y mensajes a su hijo del tipo "Espero reencontrarte pronto" han sido una constante durante este año y medio de duelo. Pero los últimos tiempos se la ha visto más entera, volviendo a la TV, desde las Campanadas de TVE al show estrella de la TV, Mask singer de Antena 3. Hizo un buen papel: divertida, locuaz y con sentido del espectáculo. Y vestida de blanco, el color del luto en muchas culturas:

Ana Obregón en Antena 3

Será por esta inyección de autoestima, de reconocimiento o de alegría pero Ana Obregóm, la Obregón, ha decidido superar parte del luto de la muerte de su hijo con un gesto que repetía julio tras julio durante décadas: su célebre "posado en biquini" en Mallorca. Era una manera de hacerse publicidad, de evitar que los paparazzis la persiguieran el resto de las vacaciones y de inaugurar la temporada estival.

Durante años quien abría el verano no eras los reyes en Mallorca sino Ana Obregón. Este año lo hará en una portada de revista, su favorita es Hola, pero más tapada. El programa Socialité de Telecinco ha enseñado unas fotos del día del rodaje:

Ana Obregón, Telecinco

El programa de María Patiño ha comprado las fotos a un veraneante que estaba en la playa en el momento del reportaje:

"Se gravó el jueves en 30 minutos. Un poco de aire freso, el posado de Ana Obregón, tradicional desde 1985, salvo algun años que ha faltado por motivos personales".

La voz en off sigue: "Está espectacular en bañador blanco en la cala delante de su casa. Va con un vestido de malla del mismo color. El blanco es su color porque es el luto en el budismo y aún guarda luto. Un testigo que nos ha cedido las fotos nos cuenta que la bióloga tenía un control absoluto, relajada, cómplice con el equipo. Nuestro confidente dice que estaba segura en una playa no cerrada al público. Es una playa pequeña".

Cala mallorquina el jueves pasado, Telecinco

El o la veraneante toma imágenes del momento previo al reportaje y el posterior, cuando el equipo de la revista no estaba tan pendiente que alguien les hiciera fotos. Después Ana Obregón va envuelta en una toalla azul volviendo por el acceso de la cala. Lo cierto es que las fotos no se podían prohibir, era un espacio público y no una playa privada. Y era cuestión de tiempo que alguien las vendiera a Telecinco.

La cadena es la única que permanentemente en todos sus programas de corazón va pasando un letrero que dice "Si tiene usted infiormación de algún famoso mande un mensaje de whatsapp a este teléfono". Un reclamo de exclusivas a cambio de dinero. Ahora toda España es paparazzi y cada móvil es una cámara de fotos por retratar famosos. Esta vez es una buena causa: Ana Obregón se reconcilia con la vida.

Pero la revista del corazón que paga este reportaje se está mordiendo la mano. Telecinco les ha reventado la exclusiva. Perro sí come perro.