Ana Obregón se ha visto envuelta en una nueva polémica tras las palabras de Roberto Herrera, compañero de TVE en las Campanadas. El presentador destapó lo que sucedió en la grabación del spot de 2022, en el que Nía Correia, acabó llorando y apartándose de la grabación. Pero no es la única vez que se ha visto inmersa en asuntos oscuros desde que falleció su hijo Álex. La conocida actriz ha sido muy criticada por hacer uso de la gestación subrogada para tener una nieta de su hijo, supuestamente con su conocimiento.
La bióloga dio la bienvenida a Ana Sandra, la hija de Álex Lequio, es decir, su nieta. Ella ejerce de abuela, de madre y de padre. En sus redes sociales muestra la evolución de la pequeña tras ser una de las defensoras de la protección del menor cuando el empresario era solamente un niño.
Ella sufrió mucho cuando Álex Lequio falleció y es un episodio que siempre habrá marcado su vida. Le ha recordado en numerosas ocasiones, también ha hecho público todo el gasto que hizo por ayudarle a salir adelante. La actriz cubrió todos los gastos. No tuvo ayuda económica del padre de su hijo, Alessandro Lequio.
Ana Obregón gastó parte de su dinero en el tratamiento de Álex Lequio
"Saqué fuerzas y todos los ahorros de mi vida porque no sabes lo que es la medicina en EEUU; porque no podía curar a mi hijo en España ya que no había las cosas para curarle", dijo la propia Ana en Telecinco.
Ana Obregón concedió algunas entrevistas para poder hacer frente a estos descomunales gastos. Pero lo que más le ayudó fue un seguro que Aless tenía contratado con una de las compañías más importantes. Ana Obregón recibió "la mayor parte" del dinero gastado, "incluyendo pasajes de avión, manutención, apartamentos y por supuesto los gastos médicos”, aclara Informalia. “Hasta los viajes”, puntualizan.
Según informa, Ana Obregón se llegó a reunir personalmente con altos ejecutivos de la aseguradora ya que "en un principio, no estaba claro que se le fuera de reembolsar todo lo que ella reclamaba". Fuentes conocedoras de aquellos encuentros indican que en la compañía aseguradora se tuvieron en cuenta, "entre otros argumentos", las posibles consecuencias de negarse a abonar a un personaje tan famoso las cantidades reclamadas. Es decir, se valoró que era mejor cubrir los gastos "a pesar de tratarse de una verdadera fortuna" que correr el riesgo de sufrir "un daño reputacional" en el caso de acudir a los tribunales y que "la otra parte" convirtiera el proceso en "uno de sus circos mediáticos”.
A día de hoy el patrimonio de la presentadora ronda los 30 millones de euros. Todo el dinero que ha conseguido con la venta de algunas empresas, sus exclusivas y participaciones publicitarias o en medios de comunicación será un dinero que heredará Ana Sandra.