Hace pocos días conocíamos que Ana Obregón era la elegida por Televisión Española para despedir el 2020 junto a Anne Igartiburu, desde la Puerta del Sol de Madrid, tras su año más duro marcado por la muerte de su único hijo Álex Lequio. Pues bien, ahora, la que fuera presentadora, ha concedido su primera entrevista para una revista del corazón hablando de lo hecha polvo que está y lo duro que se le hace todo tras la pérdida del joven empresario experto en marketing. "Es como si se parara tu reloj interno. Su ausencia y silencio es algo que te desgarra por dentro", reconoce la ex de Alessandro Lequio para la revista ¡Hola!.
Una extensa entrevista, de hasta cinco páginas, en la que Obregón habla claro de todo y posa en varias fotografías, de riguroso negro en señal de luto, desde el sitio donde se refugia desde hace meses. Un durísimo revés que encajó el pasado 13 de mayo, después de que el joven estuviera ingresado en el Hospital Quirón de Barcelona durante tres meses por culpa del cáncer. Una muerte, con tan solo 27 años, que conmocionó a todo el mundo y dejó a Ana Obregón destrozada. Tanto que, según reconoce, en varias ocasiones ha pensado en suicidarse, quitarse la vida: "No te voy a mentir, lo he pensado. Me quería ir porque no podía soportar el dolor, ni la realidad. Lo he pensado durante dos o tres meses", asume. Una intención de morir que ya se le ha borrado de la cabeza: "Quiero hacer cosas que Álex quería hacer y no pudo, quiero seguir su legado", confiesa.
Un fatídico revés, para Ana Obregón, que intenta superar gracias a la meditación, el yoga y la lectura. Y es que la actriz cree que estas tres disciplinas la ayudarán a "saber dónde está mi niño porque necesito saberlo". Además, confiesa la bióloga más famosa de España, también le ayuda mucho ir cada noche al cementerio donde reposa el cuerpo sin vida de su hijo Álex, quien falleció poco antes de cumplir los 28 años. "Voy todos los días escondida. Cada día en un coche diferente. Me escondo, me tiro al suelo del coche para que no me vean los fotógrafos y me reconforta", afirma. "Nos vamos a reencontrar seguro. Me ha dado una lección de vida y una lección de muerte", sentencia la intérprete rota por el dolor.