Lo de Ana Rosa Quintana no es normal. La reina de los matinales televisivos españoles calla cuándo tiene que hablar, y sufre de verborrea aguda cuando tendría que ser más discreta. Ejemplos diáfanos: ¿Juan Muñoz (su marido) y el comisario Villarejo? "Chitón". ¿Pablo Iglesias y su físico? "A por ellos". Que la de Telecinco no soporta al líder de Unidas Podemos lo saben hasta los inuits. Le detesta. Va a degüello. Iglesias tiene todo lo que Quintana odia: desde ser un 'comunishta' hasta llevar coleta, vestir chaquetas que no le gustan o unas formas de caminar poco decorosas, según el libro de estilo de AR. Ana Rosa le ha entrevistado esta mañana, la primera desde que Iglesias es vicepresidente del Gobierno, y se ha vaciado con ganas. Curioso. No recordamos entrevistas de este tipo cuando la 'vice' era Soraya Sáenz de Santamaría, por ejemplo. No era tan graciosa, ni tenía tanta inquietud por el aspecto o la motricidad de la pepera.
La entrevista en cuestión parecía 'El club de la comedia', con la presentadora haciendo sus 'pinitos' como humorista frustrada. Sí, porque la anfitriona no se ha podido aguantar los chistes y reproches sobre su indumentaria, sus andares o el talante de Iglesias desde que el gobierno de coalición ha empezar a mandar en España. Preocupaciones de Quintana: la foto y la secuencia de la toma de posesión como ministro. "¿Ensayó la foto? Ya se lo dije, parece mi madre. Laso piernas abiertas, los vaqueros... hubo muchos memes muy graciosos". La típica pregunta a un miembro del gobierno. "Qué le vamos a hacer", respondía el aludido, mucho más educado que su interlocutora. Pero había más reproches estilísticos: las chaquetas. Según Ana Rosa, desde que está en el poder, las lleva de su talla. Parece que no tira la toalla de que, al final, el "gualdrapas izquierdoso" acabe convirtiéndose en príncipe azul gracias a sentarse en la poltrona. Una frase la ha delatado: "Que bueno se está haciendo Pablo Iglesias desde que es vicepresidente". La red no puede con ella.
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Por cierto, que a pesar de hacerse la graciosa, Ana Rosa tampoco ha desperdiciado la ocasión para pasarse de lista y vanagloriarse de la "pasta gansa" que gana como presentadora: Más de 130.000 al año. Ni Iglesias se lo creía. Pero Quintana no sólo saca pecho de sus emolumentos, que algunas fuentes aseguran que llegan a 3 millones de euros anuales. Es que también lo pifia cuando le dice al de Podemos que "usted también". Iglesias le ha corregido: "No". La periodista, 'erre que erre': "Entre los dos, sí". El político acababa la discusión: "Los impuestos los pagamos por separado". Este es el nivel del argumentario de la comunicadora. Una joya.