El unionismo intenta recuperar la calma y volver a la realidad después de un fin de semana en el que se han tenido que comer con patatas la enorme concentración independentista en Perpinyà, con Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí volviendo a Catalunya para hacer un acto del Consell de la República. Unos intentos que provocan sentimientos contrapuestos, porque aunque no quieran ver la realidad, tienen ojos en la cara. Y de vez en cuando se les escapa un ramalazo de objetividad que han de intentar borrar después, como tildar de baño de masas la presencia de centenares de miles de personas en la Catalunya Norte apoyando al europarlamentario y exiliado. Lo hacen a través de la ridiculización ("antes iban a ver pelis porno, ahora a ver a Puigdemont") y el ataque frontal de sus pitbulls, como Eduardo Inda, enloquecido hablando de terroristas y llamando al no cumplimiento de las euroórdenes.
Ana Rosa Quintana parecía aturdida con tal cantidad de esteladas y buses colapsando la frontera terrestre. En teoría, entre España y Francia, según los mandamientos unionistas. Los catalanes independentistas, sin embargo, la consideran una división impuesta entre estados en un territorio más de su país. Pues bien, por sorprendente que parezca, Ana Rosa comparte la tesis: "Lo que me sorprende es que Carles Puigdemont volvió a territorio catalán, la Catalunya Norte". Silencio en la mesa: si la "jefa" dice que Perpinyà es Catalunya, todos a callar. Todos menos Inda, herido en su corazón ultra. No ha osado enfrentarse a la presentadora, pero le ha venido de un pelo. "Patético", "vamos a organizar encuentros de terroristas corsos", "usan lenguaje bélico", "atacan familias de guardias civiles" o "Ponsatí, esa señora, por decir algo." Han tenido que pasar, sin embargo, unos cuantos minutos de excreción biliar por acabar escuchando la réplica de otro tertuliano, corrigiendo a Ana Rosa: "No es Catalunya, es Francia. No se atrevió a venir".
Hacen como que todo les importa un rábano, claman que los 'indepes' están en guerra civil... pero están muy nerviosos.