"No tenemos rey" de las fuerzas independentistas en el Congreso de los Diputados ha hecho daño al corazón monárquico, cortesano y (ultra)constitucionalista de Ana Rosa Quintana. Al Rey de España, ni tocarlo. Palabra de reina (televisiva). La reverencia de Cayetana Álvrez de Toledo es una piltrafa al lado de la cabriola que le hubiese dedicado ella. Por eso seguramente la rabieta de la presentadora y sus colaboradores de mesa ha sido de campeonato. Incluso se ha tenido que contener para no protagonizar el enésimo episodio de meada fuera de tiesto de Quintana, como cuándo llamaba "mamarracho" al President Quim Torra, por ejemplo. En este caso, el ataque iba dirigido contra todas las fuerzas 'indepes' del estado, aunque ya se ve que tiene demonios particulares: Gabriel Rufián y Laura Borràs.
El "discursito", según el oráculo mediático y sus secuaces, fue "infantil, mediocre, de primero... propio de adolescentes". Curioso que hablen de adolescentes, cuando la carpeta de Ana Rosa está repleta de fotos de 'El Preparao', y se comportan como fans enloquecidos de Operación Triunfo. La cosa ha llegado a límites surrealistas, como escuchar a Ketty Garat, periodista de Losantos, diciendo que Rufián o Borràs le representan, y que por eso no pueden decir cosas feas del jefe del estado. "Qué emoción, me saltan las lágrimas", ha respondido con sorna la conductora, antes de pasar a entrevistar a una pseudocolaboradora del programa: Inés Arrimadas. La lideresa naranja, empeñada en salvar los muebles del partido aliándose con el PP, ha redondeado el círculo, hablando de golpe de estado 'indepe' "en la república y en la monarquía". Qué nivel.
Ana Rosa, en vez de menospreciar a republicanos e independentistas, podrías verter tu indignación en otros temas candentes. Te damos una pista: el hombre con el que compartes tu vida, y sus tratos de cloaca con el comisario Villarejo. Eso del vídeo, sí. Si quieres te lo volvemos a explicar, pero todos sabemos que te lo sabes de memoria. La audiencia te lo agradecerá. Tu marido, seguro que no.