¿Ana Rosa está nerviosa, qué le pasa a Ana Rosa? Mediaset y Atresmedia cotizan en bolsa. Son dos empresas de telecomunicaciones que ganan dinero con la publicidad si hacen audiencia. La que durante años ha sido bautizada como "la reina de las mañanas" hace meses que sufre. Ana Rosa Quintana está quedando cada día por debajo de Susanna Griso. Ayer hizo un pobre 12,2%, Espejo público un 14,5 y Els matins las dobló a ambas: 28,2%. En España le va igual: pierde cada mañana. Este martes se ha levantado de mal humor con los datos de audiencia y ha decidido pasar de la crítica al insulto. Ha escogido el más trasnochado de los calificativos: mamarracho.
.@anarosaq llama "mamarracho" a @KRLS: "Es una falta de respeto a los que salieron a la calle" https://t.co/jTHXTE1D2c pic.twitter.com/2sQcHAxJmQ
— El programa de AR (@elprogramadear) 31 de octubre de 2017
Los tertulianos palmeros prefieren "cobarde", "indigno" o "tramposo" pero la Quintana ya no sabe cómo vencer la a Griso. Con Gran Hermano bajo mínimos, ha escogido otro reality por comentar: El procés. Y no levanta cabeza. Y claro, cuando insultas desde un programa de TV las redes te devuelven el insulto multiplicado. Una selección de los menos hirientes:
Vaya lenguaje tiene hoy la pija de las SICAV está nerviosita...
— Yolanda Díaz (@YolandaDiazC) 31 de octubre de 2017
Cada día te degradas más, das pena.
— Tere. C. O. (@OteroTere) 31 de octubre de 2017
Tú no eres mamarracha, eres muy mala persona.
— Josepfine (@Josepfineh) 31 de octubre de 2017
Una de las consecuencias del procés ha sido que ya todo el mundo osa insultar a las instituciones catalanas. Los programas de crónica rosa y negra se han pasado a la crónica política. Y entre el original y la copia siempre es preferible el primero: Ferreras hizo récord con Al rojo vivo: 19,3% con el viaje de Puigdemont a Bruselas. Paolo Vasile tiene la mosca tras la oreja. Planeta le está comiendo la tostada. Siempre puede felicitarse que a TVE le va mucho peor: Los desayunos se alargaron hasta la 1 del mediodía haciendo un paupérrimo 3% de share. Ahora sabemos por qué querían intervenir TV3: para que no la miraran ni siquiera los unionistas.