Albert Rivera ha pasado, por enèsima vez, por el plató de su gran amiga Ana Rosa Quintana. Había mucho que hablar, especialmente sobre política, ahora que Cs ha salido del armario y ya se entiende con la extrema derecha (algunas portadas apuntan todavía más alto). A Rivera se lo acumulan las relaciones: Entre Malbert y Santiago Abascal, no da abasto. Ana Rosa se ha esforzado por intentar relajar al "niño de sus ojos", con un trato muy diferente al que dispensa a Pablo Iglesias, por ejemplo. Pero a pesar del masaje, Alberto Carlos parecía tenso. Así que cuando han tocado el otro gran tema, las fotos con Malú que han reventado la exclusiva de la revista ¡Hola!, Quintana le ha espoleado: "¿Eres feliz? Pues sonríe"

"Sonrío, sonrío," ha acabado diciendo después de uno (sobrado) "juzga tú misma". Claro que sí, tiene motivos para sonreír. La jugada del tándem Quintana-Rivera ha sido excepcional. Un par de días antes de que saliera la portada de Hola con unas instantáneas que habían sido guardadas en un cajón, una "becaria" del programa de Telecinco "cazaba" a la pareja en un centro comercial. Ana Rosa no tardó ni dos segundos al emitir la secuencia. "Casualidad", que diría Cárdenas. Al final resulta que la becaría no era tal, sino que forma parte del equipo de redacción del matinal, y casualmente estaba en el momento ideal y el lugar propicio para estropear una exclusiva de 70.000€. De eso también han hablado fugazmente, tomando el pelo a la audiencia del programa: "¿Le habéis ascendido?". "No, ya estaba ascendida de antes"

Telecinco

La conversación en torno al tema de las fotos ha sido muy breve, con un Rivera agradecido y mucho a Quintana. En media horita habían despachado unos cuantos temas espinosos sin despeinarse. Todos ellos sobre romances: VOX, pactos de gobierno, Malú. Sí, la cosa da para sonreír. Es la joie de vivre que se respira en casa de Quintana.