El independentismo ha despertado la fiebre por las banderas españolas. Muchos independentistas sostienen que si ellos tuvieran un Estado no blandirían ninguna bandera porque no tendrían nada que reivindicar, pero los unionistas sacan la rojigualda no para reivindicar derechos, ya que los tienen todos, sino para identificarse como nacionalistas no independentistas. El secretario general del PP lo tiene claro y cuelga una king size que parece que sólo tiene amarillo:
Siguiendo la estela pepera, Ana Rosa Quintana a dos días del 12-O lo tenía claro: "Mi generación tenemos que reciclarnos porque llevar la bandera española era de facha y de ultraderecha. Las nuevas generaciones dan valor a su bandera como seña de identidad sin complejos". Ana Rosa ho té clar: "Pues mira, ahora la voy a colgar no porque lo diga el PP. A mí me da igual lo que diga el PP pero cuando has vivido fuera de España y ves el respeto que tienen a su bandera...".
Y la red ya no se sorprende de nada, y menos que cuelgue la rojigualda:
Patria, Villarejo, sociedades para pagar menos a Hacienda y un negro haciendo libros. Y dicen que la estelada tapa las miserias catalanas.