Las cloacas despiden más peste que nunca. El hedor viene de la cocina, la Kitchen, la operación del PP para investigar al extesorero Luis Bárcenas. El caso está descubriendo toneladas de porquería en las neveras 'peperas', con unos cuántos chefs implicados: el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz (a quien parece que Marcelo, su ángel de la guarda, ha dejado tirado) y el 'Chicote' de todas las salsas: el comisario Villarejo. El policía más corrupto de España tiene grandes 'pinches' y 'compinches'. Los conocemos muy bien: Ana Rosa Quintana, su marido extorsionador con prostitutas y cocaína, y el rey de las 'fake news', Eduardo Inda. Forman un equipo imparable. ¡Y oh, sorpresa! Todos ellos están de barro hasta el cuello: Villarejo avisó a Quintana y al director de Ok Diario de que había destruido pruebas de la trama Gürtel. Vaya. De todo eso, sin embargo, no han hablado en el programa de la presentadora en T5, donde también estaba el navarro. Es tradición en Can AR: no decir ni mú de sus miserias, complots y maniobras sucias. En vez de eso, hemos vivido un episodio victimista, sinvergüenza y nauseabundo. Uno más.
Comisario José Manuel Villarejo en La Sexta
Ana Rosa Quintana con marido Juan Muñoz GTRES
Eduardo Inda en T5
Ana Rosa ha sacado las garras por Inda con una "confesión" excepcional: "A mí me han pedido desde el PP, PSOE y Podemos que por favor no trajera a Inda. Ciudadanos no, porque no gobierna". Quintana, eso sí, no ha claudicado. Ya saben, eso de "entre bomberos no se pisan la manguera", o si lo prefieren, "perro no come carne de perro". Inda se lo ha agradecido: "dice mucho de ti que nunca sucumbieras". Una gran verdad. "Que todos los partidos te quieran echar está muy bien", ha replicado la de T5. El club de la comedia, o mejor dicho, de la tragedia, ha continuado. Victimismo made in AR: "si hubiera sucumbido no estaríais nadie aquí. Ni yo. Ahora hay unos cuantos que quieren echarme". Bah. Cinco o seis. Millones, claro.
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Ana Rosa Quintana en T5
Eduardo Inda advierte con el dedo T5
Sólo les ha faltado un "que se besen" para acabar de adonar la escena. A ver si tenemos suerte y se hacen carantoñas y mimitos en el banquillo de los acusados.