El pasado mes de septiembre empezaba una temporada televisiva protagonizada por una pugna incansable entre cadenas para captar el máximo de espectadores posible. Desde un punto de vista lógico, eso de querer alcanzar las cifras más altas en materia de cuota de pantalla tampoco tendría que considerarse nada sorprendente, ya que nunca ha dejado de ser el objetivo principal de cualquier grupo de comunicación. Ahora bien, es innegable que este año la llegada del otoño tenía poco que ver con ocasiones anteriores. ¿El porqué? Telecinco, la hermana mayor de Fuencarral, apostaba por un movimiento inédito. Bye-bye a las sobremesas de Sálvame y a Ana Rosa Quintana en la franja de la mañana.

Ana Rosa Quintana Telecinco
Ana Rosa Quintana. / Telecinco

Del formato de La Fábrica de la Tele y sus integrantes, prácticamente ni rastro. La nueva etapa pretende ser blanca y familiar, con concursos de canicas y musicales con VIPs no tan VIPs. La periodista madrileña, sin embargo, ocuparía su hueco con TardeAR. Un magacín que se prometía innovador, aunque no ha conseguido cautivar buena parte del público, que se ha desplazado en Antena 3 para otorgarle máximos históricos en Y ahora Sonsoles. El pasado jueves 26 de octubre, el infoshow de Quintana solo obtenía un escueto 10,4%, pero es que eso sería incluso motivo de celebración. ¿Por qué? Porque en más de una ocasión no ha pasado del unidígito.

De hecho, el máximo de temporada fue un 12% con motivo de la boda de Isa Pantoja, sin Ana Rosa trabajando aquel día, y lejos del 15% con que el cortijo de Jorge Javier Vázquez se despedía el pasado junio. Un fracaso que no ha pasado inadvertido, aunque todavía se maquille a la desesperada. El último cambio: mover el último bloque publicitario —de 19:50 h a 20 h en vez de 19:45 h - 19:55 h— al final de la franja para cortar antes y que la pérdida de fidelidad de última hora no entre en el cómputo. En cualquier caso, y a pesar de la intención, la cosa no acaba de cuajar.

Mínimos históricos para la que hasta hace poco era considerada la reina de las mañanas, que tropieza también con las opiniones de infinitud de detractores que se congratulan por este brutal porrazo. En la línea de La plaza de TVE o Cuentos chinos, también de Telecinco, los internautas se preguntan "¿cuándo lo cierran?". Eso y otras opiniones incendiarias que los usuarios de la plataforma X vierten, como ahora que "lo que hacía que El Programa de AR lo viera alguien era su franja horaria por la falta de oferta y por el target de ese programas y no Villareja y sus colaboradores de tres al cuarto, ¿no?".

"Tampoco queremos una televisión aburrida, familiar, ni blanca, ni facha", sentencia la red. Mientras tanto, el bucle de tapar agujeros con parches se prevé lejos de acabar. Que el ritmo no pare, que cantaba Patricia Manterola. Pues no paran.