La escalada de las hostilidades entre dos de las productoras más importantes de Telecinco ha llegado a un punto de no retorno. Un conflicto que se deriva del polémico documental de Rocío Carrasco y que ha envenenado las relaciones entre compañeros de cadena. Compañeros y tótems: es el combate del siglo, Jorge Javier Vázquez contra Ana Rosa Quintana, 'La Fábrica de la Tele' contra 'Unicorn Content'. Los primeros son los autores de la docuserie de Rociíto (que ya ha emitido su última entrega) y los defensores más virulentos de su relato; la segunda, refugio de las opiniones menos amables contra la protagonista, además de contar con la hija Rocío Flores y un aliado histórico de Antonio David, Alessandro Lequio. El choque era inevitable, y se ha ido cociendo poco a poco. La olla a presión acabó estallando con la delirante entrevista de Antonio Canales, un 'veleta' que puede competir con Toni Cantó. Quintana metió baza y pronunció el nombre de la empresa de Óscar Cornejo, haciendo que Vázquez reaccionara inmediatamente. Incluso Carlota Corredera les dirigió un mensaje muy claro: "negacionistas", les llamó. Una afrenta que ha tenido consecuencias. Y son sorprendentes.
Ana Rosa y sus colaboradores han tomado una medida drástica: no se habla del testimonio de la hija de la Jurado. Y punto. Da igual que dé audiencia, que tengan "especialistas" en la materia, que hayan fichado a la hija, que llueva o haga sol. Nada. Silencio absoluto. Una conducta que pusieron en marcha después del episodio 11, y que han repetido con el capítulo final. Es la réplica pasiva-agresiva de Quintana a sus vecinos de cadena. Vecinos, rivales y enemigos. Ni Paolo Vasile ha podido arreglar las diferencias entre sus estrellas. Y no nos extraña nada: sólo les une la relación laboral, porque personal e ideológicamente son como el agua y el aceite. Además, viendo el nivel de agresividad del de Badalona durante la última semana, mejor no remover la cosa. Pero en términos mediáticos es una pirueta de campeonato.
La cosa irá para largo: sobre todo por el anuncio de que se estirará el chicle del documental y ya se piensa en una segunda temporada. ¿Continuará la guerra, o alguien los llamará al orden? Es Telecinco: cualquier cosa puede pasar. Sobre todo si engancha espectadores a la pantalla.