En plena crisis sanitaria por la dificultad en obtener tests de detección de coronavirus, Ana Rosa Quintana ha tenido una duda: un empresario catalán, Francesc Maristany vende estos tests hechos en Corea y Singapur y darle voz sería reconocer una cosa buena de Catalunya. Pero como el gobierno Sánchez no les hizo caso, AR ha preferido hundir a Sánchez y ha aceptado entrevistarlo. La conversación ha ido así:

-Ana Rosa: "Francex Maristani (AR fa el ridícul pronunciant el nom i cognom catalans) ¿El gobierno de España esta trabajando con vuestra plataforma?"

-Francesc Maristany: "No"

-AR: "¿Se lo habéis ofrecido?"

-Maristany: "Sí. Les comentamos a presidencia del gobierno nacional y autonómico. Poca cosa más. Nos dijeron 'Muy bien muchas gracias por la información'. Eso pasó hace 3 semanas al principio del confinamiento. Ayer lunes a partir del mediodía nos llamó el president Quim Torra para tomar decisiones urgentes. Tras dar nosotros una rueda de prensa".

-AR: "Esto es un escándalo, que os llamaran ayer"

-Maristany: "Tengo un resquemor dentro, otros países tienen los mateirales y tu propio país sigue estático diciendo que es difícil conseguir estos tests. Es una angustia personal"

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Maristany acaba diciendo que "Nosotros distribuimos en muchos países, en EE:UU, México, Ecuador, Chile, en Europa nos centramos en Italia, Francia, Alemania, Ucrania... En su día cuando nos pusimos en contacto con el Estado español y no hubo reacción sacamos nota de prensa. Al final reaccionan así. Me dirigí a Moncloa, a presidencia del gobierno, nos dijeron que ya lo tenían organizado". Ana Rosa moja pan contra Sánchez e Illa: "O sea que les dijeron Gracias por llamar, llame usted otro día". La red prefiere atacar a Ana Rosa:

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Es el cuento de las ovejas y el lobo: a Ana Rosa se la ve tan contenta al zurrar a los gobiernos que no son de PP-Vox-Cs que cuando tiene razón en la crítica nadie se la cree.